La suba de la Badlar amplió la brecha de tasas de interés entre financiarse en un banco y el mercado de capitales hasta 7 puntos para un mismo plazo. Una obligación negociable se emite a la Badlar (26,5%) más 4,5%, es decir, un 31%. Y un préstamo bancario se pacta desde una Badlar corregida (Badcor, 38%) más un spread del 5%, es decir, un 38%
El alza de la tasa Badlar que impulsó el Banco Central (BCRA) duplicó la brecha entre financiarse en el mercado de capitales frente a un crédito bancario en el último año. Hoy para un mismo plazo, una empresa paga casi 7 puntos de diferencia a un banco que a los inversores de una obligación negociable (ON), según los cálculos que se manejan entre los colocadores bancarios.
“Hay un desarbitraje en el tema tasas entre el mercado de capitales y el sistema financiero, pero no todo el mundo puede ir al mercado de capitales”, explicaron en un banco colocador nacional.
Hoy las ON que emiten empresas de buena calificación se colocan entre inversores institucionales a Badlar (26,5%) más una sobretasa de 4,5% para un plazo de 18 meses, es decir, un 31% de costo anual.
“A esa tasa en un banco hoy no conseguís la plata”, agregó el colocador.
Los bancos cobran como base una tasa Badlar corregida (Badcor), que es la tasa de referencia para los depósitos de más de un millón de pesos por períodos entre 30 y 35 días a la que se suma el costo de mantener una porción de los depósitos encajados en el BCRA, del seguro de los depósitos (el porcentaje a destinar al Fondo de Garantía de los Depósitos) y del impuesto sobre los Ingresos Brutos.
Hoy la Badcor asciende a 33%. Y los bancos, además, suman un spread superior al de mercado (5%), por lo que el costo de un crédito bancario llega casi al 38%.
La diferencia es de casi 7 puntos sin contar los costos de colocación y gastos que cobran las entidades.
Es el aumento de la Badlar de más de 7 puntos en los últimos tres meses o 10 puntos en el último año lo que amplió la diferencia de tasas entre ambas formas de financiamiento.
“Quedaron más económicas las ON respecto de los préstamos. Hoy está en lo normal. Tiene sentido que el mercado de capitales sea un promedio entre la tasa pasiva y la activa”, dijeron en un banco colocador extranjero.
Antes del cambio de autoridades del equipo económico, a mediados de noviembre pasado, la Badlar rondaba el 19% y la Badcor, 23,7%, lo que dejaba una brecha de 4,7 puntos entre ambos tipos de financiación.
En marzo del año pasado, con una Badlar en torno al 15%, la Badcor quedaba en 18,75% y la diferencia entre lo que cobraba un banco y los inversores se reducía a 3,75 puntos.
“A un banco le conviene prestarle directamente a una empresa que invertir en su bono”, agregó un analista.
Sólo para emisoras
Pero esta diferencia de tasa sólo la pueden aprovechar las empresas que ya están emitiendo ON en el mercado de capitales, que hoy vive un momento de mayor volatilidad y selectividad a la hora de comprar riesgo.
A una empresa que recién empieza a participar del régimen de oferta pública le es hoy un poco más difícil aprovechar este fondeo más barato. “Hay más selectividad. Los inversores no están desesperados por invertir y sólo lo hacen en buenos papeles”, dijo el colocador.
Si los inversores no conocen la empresa y su riesgo prefieren no comprar su deuda, como lo muestra las emisiones que este año quedaron desiertas. Se observa a los fondos comunes de inversión privilegiando la liquidez.
Para las empresas que emiten regularmente colocan nuevos títulos principalmente para renovar sus vencimientos o alargar los plazos y financiar necesidades puntuales. “Para que se justifique la oferta pública, la empresa tiene que tener un proyecto que soporte un costo de fondeo más alto”, agregó el colocador internacional.
En tanto, si bien el costo de un préstamo bancario es superior, los tiempos para cerrar un crédito en un banco son más cortos que en el mercado de capitales.