Economistas recuerdan que, las últimas medidas de septiembre pasado, hicieron que el CCL suba de 130 a 180 pesos en pocas semanas. Expectativa por la apertura de ese mercado.
La Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central (BCRA) anunciaron el sábado la aplicación de nuevos controles en la operatoria de bonos con el fin de desalentar los negocios cambiarios alternativos en momentos en que el mercado busca coberturas en divisas.
«Las medidas de las CNV constituyen otra vuelta de tuerca el cepo, donde apuntan a bajar el volumen del contado con liquidación (CCL), así como la brecha que había entre el CCL operado mediante AL30 y mediante GD30 (los globales 2030 de liquidación local y extranjera)», dijo Roberto Geretto, economista de Fundcorp.
«Vale recordar que las últimas medidas de este tipo llevadas a cabo en septiembre pasado hicieron que el CCL suba de 130 a 180 pesos en pocas semanas, y también que estas generan incentivos a que el CCL se realice mediante negociaciones bilaterales y mediante otros instrumentos, naciendo así una nueva brecha», agregó.
«Siempre que hay cepo, el mercado encuentra la forma de ajustarse para que las restricciones no lo afecten y buscan nuevos negocios», dijo en declaraciones a la prensa Nicolás Rivas de Buenos Aires Valores.
«Argentina tiene un pico de liquidación de dólares que no tiene hace casi una década y el BCRA está vendiendo dólares para evitar que suba la cotización. Tenemos un problema muy serio con nuestra moneda, con el financiamiento del fisco, con sostener a un Estado que no podemos financiar», dijo en declaraciones radiales Luciano Cohan, economista de la consultora SEIDO.
Por otra parte, el ministro de Economía, Martín Guzmán, participó en la cumbre del G-20 que se realizó en Italia, donde los funcionarios buscan acercar posiciones en sus negociaciones con el Club de París y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de una persistente ola de COVID-19 en un año en que se celebran elecciones legislativas de medio término.
«Se percibe cada vez más que entramos en un semestre difícil, en el que se conjugan una situación económica y financiera tensa con los altibajos de una campaña electoral, que suele estar acompañada de mayores erogaciones con fines proselitistas y con menores ingresos estacionales», dijo VatNet Research.
«La estrategia de crecimiento (del país) no puede prescindir de los bienes primarios, pero tampoco depender de ellos. Si hay consenso en que se deben incrementar las exportaciones, es necesario que éstas se diversifiquen y abarquen a otras actividades productivas», dijo la consultora Ecolatina.
«Delinear cuáles y realizar políticas sostenidas y sostenibles para ellas es el desafío pendiente», agregó.
«No sólo la evolución de las campañas electorales despierta expectativa, sino también las decisiones de política económica que buscarían alentar el consumo y el gasto público, así como reprimir los precios para desacelerar la inflación y en simultáneo seguir en busca de domar al dólar», comentó Gustavo Ber de estudio Ber.
«Las preocupaciones radican en especial en las implicancias que dichas medidas tendrían en acentuar los desequilibrios ¨macro¨, y los mayores esfuerzos requeridos post comicios», añadió.
«El segundo semestre ofrecerá menos superávit comercial y, al mismo tiempo, cabe esperar que el BCRA se enfrente a muchas más filtraciones en el mercado cambiario, sin poder capturar a favor de las reservas una fracción semejante a la del primer semestre», estimó Fundación Mediterránea
«Se comienza a ver de cara a las elecciones, que genera incertidumbre, una mayor demanda por cobertura. Y no hay dudas de que la suba del dólar financiero y la mayor volatilidad vista en estos últimos días, impulsó justamente esta demanda», dijo Ariel Manito, de Portfolio Personal Inversiones.
El Grupo SBS dijo que los inversores con «perfiles arriesgados podrían ver atractivos puntos de entrada en bonos en dólares y acciones, que continuaron corrigiendo».