No fue bueno el arranque de la semana para las acciones argentinas que cotizan en Wall Street. Además de la muy fuerte caída que sufrió YPF, casi un 7%, las acciones bancarias cayeron hasta un 5,2% en el caso del Macro y un 3% en promedio el resto. Esta evolución más floja de las últimas jornadas representa un contraste con lo sucedido en agosto, cuando los papeles argentinos consiguieron sostenerse en medio del derrumbe global que generó la devaluación china. La buena noticia es que en el «after market», es decir tras el cierre del mercado, la mayoría mostraba una recuperación de parte de lo perdido en la jornada. Los bonos, en cambio, lucen bastante más firmes. Ayer, en medio de la caída de la mayoría de las acciones argentinas, los títulos consiguieron sostenerse incluso con leves subas. Las tasas del 10% anual en promedio son percibidas como atractivas por el mercado. Incluso un aspecto que juega a favor de la deuda argentina es el vencimiento del Boden 2015. No sólo porque finalmente se va a pagar a principios de octubre, sino porque al menos una parte del pago de u$s 6.000 millones será canalizada seguramente a otros papeles.
Los preferidos por el mercado son el Bonar 2017 y el 2024, debido a que fueron emitidos por legislación local y se están pagando normalmente. Pero además aparece interés por los títulos ley Nueva York, ya que se encuentran mucho más atrasados desde el punto de vista de los precios debido a que el Gobierno no los puede pagar por las restricciones del juez Thomas Griesa. En esa situación está el Global 2017 y también los bonos Par y Discount.
Sin embargo, el hecho de que falten pocas semanas para el proceso electoral mantiene a todo el mundo con cierta cautela. Es esperable un aumento aún mayor de la volatilidad, especialmente entre las acciones. Pero todo indica que el mercado ya dejó de distinguir entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. La expectativa hoy es que cualquiera de los dos avance con una serie de temas inexorables que aparecen en la agenda: holdouts, recuperación del financiamiento internacional y reducción de la inflación aparecen como temas que hoy están fuera de la discusión.
Dentro de este escenario aparecen algunos focos de tensión. Uno de ellos es la situación de Brasil. No sólo por la devaluación del real, que obligará a las nuevas autoridades a un ajuste cambiario, sino también por la suba de los rendimientos de los bonos brasileños. Los títulos emitidos por Brasil rinden hoy cerca del 6,5% a diez años y hay bonos Petrobras que dan más del 8,5%. En ese contexto, será difícil que la deuda argentina se siga recuperando y de esta manera disminuya la tasa de interés. En este caso, Brasil es un techo para las aspiraciones de financiamiento del futuro Gobierno. Otro de los temas que vuelve a aparecer en el horizonte es el riesgo de aceleración de la deuda, algo que se mencionó mucho cuando la Argentina entró en default.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=808560