Se habla de la llegada de u$s3.000 millones de fondos del exterior y la implementación de un nuevo dólar soja. Evidentemente las reservas no alcanzan.
Por Salvador Di Stéfano
El mercado habla y nos marca el camino que tendrá la economía en los próximos 12 meses. Combinando una serie de bonos podríamos proyectar la inflación esperada y la devaluación que vendrá.
El bono TO23, con vencimiento en el año 2023, rinde el 141,2% anual, mientras que una letra de descuento ajustada por CER al mes de septiembre de 2023, rinde inflación más 6,5% anual. Ambos bonos deberían rendir lo mismo en el mercado. Por lo tanto, si suponemos que una letra a octubre va a rendir lo mismo que en septiembre, la tasa de inflación esperada por el mercado es la tasa de retorno del TO23 menos la tasa de retorno de la letra de descuento ajustada por inflación. Esto implica que el mercado espera una inflación del 134,7% anual.
Si comparamos el bono TO23 con la tasa que paga un bono dólar linked (dólar mayorista) más cercano a octubre de 2023, nos encontramos que estos bonos rinden 0,1% anual, esto implicaría que la tasa de devaluación esperada se ubicaría en torno del 141,1% anual.
El mercado habla y proyecta para el mes de octubre del año 2023 una inflación del 134,7% anual, y una tasa de devaluación del 141,1% anual, en este último caso nos daría un dólar mayorista para el mes de octubre del año que viene de $378,1.
Lo que el mercado está descontando está muy lejos de lo que pronostican la media de consultores de mercado, que ven a la inflación en torno del 100% anual, la tasa de devaluación en torno del 87,3% anual y el dólar mayorista en $293,6.
Está claro que hay una brecha muy grande entre lo que descuenta el mercado y las proyecciones de las principales consultoras del país. Si la verdad está en el medio, es probable que tengamos que esperar una inflación en torno del 120% anual para los próximos 12 meses y un dólar mayorista en torno de los $ 340.
Los rumores del mercado: dólar y reservas
Las reservas se ubican en otro de los u$s38.000 millones y en baja. Sin embargo, hay rumores que indicarían que podrían ingresar fondos del exterior. En algún momento se mencionó a un fondo de Qatar, pero el dinero nunca ingresó. Ahora se anuncia que el Ministro de Economía recibiría financiamiento por u$s3.000 millones. Según datos de mercado podrían ser dos fondos lo que harían el desembolso, se lo menciona al fondo Ashmore y un banco japonés que no tenemos el nombre. Los datos fueron aportados por los periodistas Pablo Wende y Roberto Garcia.
Si estos fondos ingresaran, sería un gran alivio para el Banco Central, ya que ingresarían dólares sin la inmediata contraprestación de emitir pesos, lo que impulsarían a la suba las reservas netas. Por otro lado, faltarían ingresar u$s2.700 millones de organismos internacionales. Si todo esto ocurriera, las reservas podrían ubicarse en u$s43.700 millones y, de esta forma, los dólares alternativos verían truncada la posibilidad de escalar a los $400.
Otras fuentes de mercado indican que es probable que se vuelva a implementar el dólar soja, ahora con una nueva cotización que alcanzaría los $215. Esto nos daría, a precios de hoy, un valor de $89.000 para la tonelada de soja o u$s300 billetes.
En cualquier caso, todas las versiones nos indican que el gobierno está sin reservas y que urge la necesidad de que rápidamente se recompongan.
Por el lado de los pesos, hay una suba muy importante de los plazos fijos, la nominalidad ha confundido a más de un paisano, considerar que una tasa del 6,25% mensual es un buen negocio, es no mirar que la inflación está por encima de esa tasa todos los meses y que, en rubros más específicos, es mucho más elevada.
La base monetaria sigue sin expandirse y el Banco Central desarrolla una política contractiva en donde toda emisión nueva la absorbe vía leliq, pases u otros activos financieros. De esta forma, la base monetaria representa el 33% de los pasivos monetarios y el 67% restante son pasivos monetarios remunerados que crecen a una tasa promedio del 107% anual. Esto no se puede realizar eternamente, ya que, en algún momento, el balance del Banco Central pasará factura de los excesos en que se incurre para no devaluar el tipo de cambio oficial.
Lo que viene, lo que viene
Las reservas suman u$s38.676 millones al 31 de octubre pasado, estas reservas deberían estar colocadas a una tasa no superior al 2% anual, mientras que los pasivos monetarios remunerados a una tasa promedio del 107% anual suman u$s55.174 millones. Para poder mantener tamaña desigualdad el dólar oficial tendría que devaluarse, como mínimo, el 105%. La devaluación llega sí o sí.
Conclusiones
* Mires por donde mires, la inflación y tasa de devaluación futura estaría por encima del 100% anual.
* No hay un resguardo de valor seguro en los instrumentos financieros de mercado. Los dólares alternativos son la mejor opción.
* Las letras en pesos a un plazo promedio de 30, 60, 90 y 120 días rinden 110% anual. El plazo fijo paga una tasa efectiva del 107,0% anual.
* Las letras en pesos ajustadas por inflación para plazos similares rinden, en promedio, tasa de inflación más 1,2% anual. El plazo fijo UVA precancelable rinde inflación más 1,0% anual.
* Los bonos en pesos ajustados por inflación para agosto 2023 rinden el 6,6% anual y con vencimiento julio 2024 rinde el 13,0% anual. El problema es que estos bonos se reperfilen, rememorando el efecto Lacunza 2019.
* Bonos en dólares con vencimiento en el año 2030 rinden el 40,0% anual. Invertís hoy U$S 20,50, en el año 2023 te pagan U$S 0,50 de renta, en el año 2024 U$S 4,72 en concepto de amortización y renta, mientras que en el año 2025 te paga U$S 16,70 en concepto de amortización y renta. Invertís hoy y en 3 años recuperás todo el dinero invertido, quedando por cobrar U$S 80 de amortización más los intereses correspondientes. Es una jugada, puede salir bien o mal, pero si sale mal y restructuran el bono con una quita del 20% del capital, igual ganás dinero. Está para pensarlo.
* Tenés muchas ofertas de obligaciones negociables que pagan tasas en dólares del 10% anual y el bono de Córdoba en dólares que paga amortización y renta semestral que rinde el 6,2% anual en dólares.
* Hay muchas alternativas de inversiones, faltan voluntarios con dinero que inviertan para que suban las cotizaciones. Si los rumores de llegada de dólares frescos son ciertos, estas inversiones deberían ser ganadores, si ello no ocurre, todos estos rendimientos podrían ser más elevados, y el dólar a $ 400 de fin de año una posibilidad.
Bonus track: Se habla de la posibilidad de un nuevo dólar soja para que los productores liquiden, en esta oportunidad se los tentaría con un dólar a $215. Si esto es cierto, el Gobierno lograría una nueva inyección de dólares e ingresos fiscales que lo dejarían mejor parado para cerrar el año, si esto no ocurre la debilidad será manifiesta.