Analistas proyectan qué puede ocurrir con la divisa paralela en el futuro cercano. Destacan, de todas formas, que «existen las condiciones para evitar presiones».
El dólar blue frenó el lunes su marcha alcista, que lo llevó a ubicarse en los $185 y a superar la brecha del 90%. Así, en las últimas dos jornadas la divisa paralela cedió $2 y, de cara al futuro próximo, podría esperarse cierta calma en ese mercado. Sin embargo, según distintos analistas consultados, no se descartan nuevos episodios de “tensión” en el camino hacia las elecciones.
Señales del Gobierno de que va a utilizar el respaldo de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que otorgará el FMI en agosto para pagar los vencimientos de deuda con el organismo por u$s3.600 millones entre septiembre y diciembre, parecen haber calmado en parte al mercado. A eso se le suma que en julio el Banco Central pudo seguir sumando reservas (en torno a los u$s1.000 millones).
“Se da una paradoja. En julio, el Banco Central va a acumular una buena cantidad de reservas y, en parte, esto también tiene la culpa de que haya subido el blue. El Central, por un lado, en el mercado cambiario tradicional compra divisas, ya que todavía hay buena liquidación de la agroindustria; pero también está dejando de intervenir o está vendiendo mucho menos en el contado con liquidación oficial, porque justamente la medida que tomó fue para reducir las operaciones en ese mercado. El problema de eso, justamente, es que si bien el Central no tiene que vender divisas para contener el CCL oficial (había llegado a superar los u$s200 millones por día, antes de la medida), la parte negativa es que el BCRA, con esa intervención, podía controlar todas las brechas: porque el CCL y el Bolsa se quedaban tranquilos y eso influía por arbitraje en el dólar informal. El problema es que, al romper ese canal, hoy se crearon otras brechas, con los dólares alternativos, y en línea con esos dólares alternativos se despegó el blue”, explicó a Ámbito Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra.
De cara a lo que puede ocurrir en las próximas semanas, el economista proyectó: “El problema es que de cara a las elecciones, la tensión va a ir creciendo. Va a haber un poquito más de déficit fiscal financiado con un poco más de emisión, y los agentes privados que van a querer de alguna manera cubrirse frente al proceso electoral de la manera típica, que es dolarizando activos: entonces, creo que la presión va a ser por ráfagas, va a haber semanas buenas y otras malas, pero la tensión la veo creciente y eso va a hacer que, no el CCL que está más regulado, pero sí en los otros tipos de cambio, siga habiendo momentos en que la brecha suba y en otros, que baje. Pero, siempre, levemente alcista. Si el Gobierno decide ir para atrás y gastar reservas para contener las brechas, y dejar más libre al contado con liquidación, como estaba antes de las últimas medidas, el costo va a ser menos reservas, pero también menos brecha”.
Para Nicolás Zeolla, economista jefe la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), el blue “puede comenzar a calmarse”. “Considero que el blue es un mercado chico, marginal, y que no es referencia directa para ningún precio de la economía. Desde mi punto de vista, la escalada de la brecha tiene más de condimento político, que de condiciones estructurales de la economía argentina”, señaló el economista, quien agregó: “Desde la cuenta corriente, el BCRA continúa comprando dólares. No hay un retraso cambiario, el dólar multilateral, está en nivel de 2010. El dólar financiero (cualquiera de sus variedades) equivale a un dólar de sobreacción, tan alto como el de la salida de la convertibilidad”.
“Sí considero que la brecha afecta las expectativas, y de ahí puede impactar sobre los agentes económicos, postergando exportaciones o adelantando importaciones, y eso sí tiene un impacto real”, remarcó Zeolla, y concluyó: “Igualmente, y aunque las turbulencias puedan seguir, existen las condiciones para evitar presiones, tanto por la regulación cambiaria, como por el ordenamiento de expectativas mediante la intervención directa sobre la brecha”.
Por su parte, Guido Lorenzo, director de la consultora LCG, analizó al respecto: “Hoy en día, cualquier excedente de liquidez se canaliza a dólar. Es difícil prever en el cortísimo plazo la evolución del dólar blue, pero si uno piensa en que habrá una importante inyección de pesos para financiar al Tesoro, es esperable que parte de esa liquidez recaiga sobre el dólar, presionando el precio al alza. El valor del blue está reflejando el deterioro del balance del BCRA, y ese deterioro se profundizará en los siguientes meses. Aun así, en el cortísimo plazo puede haber intervenciones u operaciones grandes que hagan oscilar al precio haciéndolo bajar circunstancialmente”.