El canje tal como fue acordado libera mucho los vencimientos para este período presidencial y algo para el que empieza en el 2023. De 2027 en adelante, la carga se vuelve más pesada
Con el canje de deuda bajo ley extranjera acordado este martes, y el esperable traslado de las mismas condiciones a los bonistas tenedores de títulos ley local, la Argentina obtiene aire para sus pagos hasta 2023 que, poco después, va desapareciendo a medida que se acumulan vencimientos de relevancia que será necesario refinanciar.
El ministro de Economía Martín Guzmán obtuvo su alivio “significativo” de los vencimientos de deuda, de más de USD 37.000 millones nominales en total. La mayor parte del alivio cae sobre el presente período presidencial y, en menor medida, sobre el siguiente. A partir de 2028, mientras tanto, la carga de vencimientos se vuelve más pesada y requerirá que el Estado pueda refinanciarse.
Antes del canje, según datos compilados por Gabriel Rubinstein y Asociados el Tesoro argentino enfrentaba pagos nominales al sector privado por USD 148.534 millones entre 2020 y 2117 si se toma en forma conjunta los pagos de bonos regidos por ley local y ley extranjera, ya que los primeros recibirían un trato similar según la ley que aprobó el Congreso. Se trata de deuda por cerca de USD 83.000 millones de capital en manos de tenedores privados a lo que se suman los pagos de intereses hasta el vencimiento.
Es, precisamente, el perfil de vencimientos que el Gobierno buscaba reducir y que, según los cálculos de Rubinstein, cargaba entre 2020 y 2023 vencimientos por casi USD 38.797 millones al actual Gobierno, el iceberg que quería esquivar Guzmán. Y que se redujo a cerca de USD 2.889 millones con el nuevo acuerdo.
Tomando plazos similares aunque no idénticos, un análisis de la consultora 1816 también se concentra sobre el alivio de corto plazo, que es el principal activo conseguido por Guzmán.
“Hasta 2024 inclusive los vencimientos en dólares del Tesoro con el sector privado serán de apenas USD 5.600 millones en total (incluyendo ley local y extranjera) y más de la mitad de ese monto hay que pagarlo en 2024. Ese es el gran alivio que se consiguió con esta reestructuración: con los bonos actuales al soberano le correspondían pagar más de USD 40.000 millones en 2020-2024″, analiza un informe de 1816.
Superada esa fecha, los pagos de deuda que deberán enfrentar administraciones futuras empiezan a engrosarse. Entre 2024 y 2027, pagos que caen en el próximo período presidencial, el alivio de deuda es mucho más leve: el nuevo perfil de vencimientos cae de USD 33.313 millones a USD 25.154 millones. Y a partir de 2028 y hasta 2031, ya con una tercera administración en el Ejecutivo, en lugar de un alivio lo que hay es una mayor carga: los vencimientos por USD 23.767 millones previos al canje saltan a USD 23.767 millones.
El acuerdo, entienden especialistas, le da cuatro años al Gobierno para tratar de solucionar los problemas macro que le impiden financiarse en el mercado. Porque a medida que avancen los pagos, será vital poder emitir deuda para refinanciar los pagos que se deberán afrontar.
“Entre 2025 y 2035 inclusive los vencimientos totalizarán USD 92.200 millones, o USD 8.400 millones al año promedio. Así, para evitar que Argentina caiga en default nuevamente en la próxima gestión presidencial (o la siguiente), el país debe ser capaz de volver a los mercados de deuda en los próximos años”, agregó el reporte de 1816.