El oro, las acciones, los plazos fijos en UVA, los títulos públicos que ajustan por inflación rindieron más que la moneda estadounidense. El dólar financiero superó únicamente al plazo fijo tradicional
El último día del mes marcó cierres irreales por el bajo volumen de negocios: faltó la referencia de los mercados de Estados Unidos, cerrados por la conmemoración del Memorial Day. Por eso no estuvieron activos los arbitrajistas. En la Bolsa se negociaron apenas $ 683 millones, la mitad de una rueda habitual y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió apenas 0,09%. Pero eso no desalentó a los apostadores prematuros que apostaron a las acciones de BBVA (+4,79%) y las de Holcim (+3,91%). Buscaron papeles que están muy por debajo de los valores históricos, más que por el futuro de la economía. Compran como antaño se compraban los terrenos, para tener ganancias a largo plazo cuando la zona se urbanice. Hoy una acción es un terreno. Hay bancos que tienen que subir más de 800% en dólares para recuperar valores históricos.
Por eso, las conversaciones de los operadores giran en torno a quien descubre los mejores rendimientos posibles en papeles anclados. Aluar y Ternium están entre los que ven como rezagados respecto a sus balances y al futuro del mundo después de la pandemia. Todo lo que esté conectado con el exterior o atado al resultado de las elecciones, suena atractivo.
Por supuesto, no hubo movimientos de ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- debido al feriado. Tampoco se hicieron operaciones de contado con liquidación ni de cable. Los bonos de la deuda estuvieron aplastados porque no se podía operar sin los mercados de Estados Unidos que son los que marcan el ritmo del mundo.
De todas maneras, lo importante -y lo que predicen las ganancias de mayo- es que el riesgo volvió a estar presente en los inversores que están apostando a las acciones y a los bonos en dólares. Los precios atrasados, los altos rendimientos en un mundo de tasas casi negativas hicieron que fondos del exterior ingresaran a estos activos. Para ellos, invertir lo que están invirtiendo, son monedas. Como dice un operador: “Están jugando una ficha al cero”, a cambio de ganancias superiores a 20% en dólares a corto plazo. No es una mala apuesta.
De hecho, la Bolsa subió 14% en dólares en el mes y este mercado se fortaleció en los últimos días cuando trascendió que permanecería en la categoría emergente lo que permitirá a los fondos del exterior tenerlos en cartera. Y si faltaba algún estímulo o driver para acercar inversores, lo dio la medida del Banco Central que permitirá comprar a los bancos títulos del Tesoro con las Leliq que mantiene en encajes y representan alrededor de $ 750.000 millones. Según el informe semanal de Buenos Aires Valores (BAVSA) los bancos buscarán invertir “en letras y bonos ajustables por CER” por el aumento “de los depósitos indexados por UVA que crecieron $ 46.000 millones en los últimos dos meses”. Cabe aclarar que el problema de los bancos tiene acá una buena solución porque prestar estos depósitos indexados era imposible. No hay empresa que se arriesgue a endeudarse a una tasa que refleje la inflación.
Para los accionistas es una buena noticia porque los bancos van a tener ganancias y no van a ser atractivos solo por la renta que pueden obtener con los títulos que compren, sino porque al subir las acciones y los bonos mejora su balance. En la cartera de las entidades hay dinero puesto en estos activos.
Respecto al dólar mayorista, en el mes subió 1,25% y cerró en $ 94,73%. Este aumento representa una devaluación del peso de un 15% anual. BAVSA cree que, hasta las elecciones, la inflación les ganará a los dólares financieros, de allí que no extrañe que bonos y depósitos indexados sigan concentrando la atención de ahorristas e inversores.
En el mercado de futuros del dólar, el informe señala, que el Banco Central redujo sus ventas en los distintos fines de mes de los USD 963 millones vendidos en marzo a USD 590 millones en abril y creen que en mayo esa exposición se redujo para “aumentar el poder de fuego en los próximos meses”. De allí, la presunción de BAVSA de que el dólar subirá menos que la inflación hasta las elecciones.
El contado con liquidación que manejan las mesas de dinero, sin intervención del Banco Central, subió 4,33% en el mes, mientras que el MEP lo hizo en 3,59%. Los precios de fin de mayo son récord en los dólares financieros, pero no en porcentaje de alza.
Debe haber pocos lapsos en que el dólar quedó tan relegado frente a las demás inversiones. El oro duplicó las ganancias de las divisas, lo mismo que las acciones, los depósitos UVA y bonos y letras que ajustan por CER. El dólar financiero superó solo al plazo fijo tradicional que rindió 2,5%.
Al no operar Estados Unidos, las liquidaciones de exportadores se redujeron a USD 215 millones y el Banco Central no adquirió divisas. Las reservas bajaron USD 13 millones a USD 41.874 millones. El dólar subió 16 centavos a $ 94,73 porque acumuló el alza que debió haber tenido el sábado y domingo. De esta manera, el dólar aumentó 12,5% en lo que va del año. Si sigue devaluándose a este ritmo a fin de año puede llegar a cotizar a $ 102,50 como estaba escrito en el Presupuesto.
Pero en el medio hay dos grandes obstáculos: las deudas con el Club de París y el FMI y las elecciones. Pagar la deuda de los organismos multilaterales, significaría reducir las reservas de libre disponibilidad a menos de la mitad si el FMI girará a la Argentina USD 4.300 millones por el aumento del capital del organismo. Un default con los organismos multilaterales acabaría con el mejor clima financiero que se está viviendo.
El mercado ignora las recomendaciones del Instituto Patria y en estos momentos apuesta a los pasos que da el ministro de Economía, Martín Guzmán, por eso asume riesgos.
Junio tendrá otra cara para los inversores que ven que pueden diversificar sus inversiones. Que al menú de dólares y bonos indexados se han agregado con fuerte presencia las acciones y los bonos de la deuda con legislación externa.