En la actualidad, el mercado inmobiliario nos ofrece gran variedad de alternativas a la hora de hablar de proyectos y desarrollos de vivienda. Folletos, comunicaciones en redes sociales, emailings y cartelerías, nos acercan variadas propuestas presentadas mediante atractivos renders. Sin embargo cuando nos detenemos a analizar cada uno de esos proyectos, rápidamente descubriremos sus falencias y falta de previsión de importantes aspectos.
Con el fin de evitar esta problemática, Roma Management Inmobiliario ha generado una metodología diferente de trabajo en donde los datos duros adquieren especial relevancia. El holding parte de la base que los proyectos deben responder a necesidades reales del contexto. Su CEO, Pablo Cofano, nos cuenta: “Muchas innovaciones arquitectónicas, por más atractivas que parezcan, pierden todo tipo de valor cuando no están ancladas en cuestiones estudiadas con adecuada antelación, de manera seria y metódica. Buscamos generar soluciones de vivienda que signifiquen verdaderas propuestas de valor.”
Para alcanzar resultados satisfactorios desde todo punto de vista, la empresa realiza análisis del contexto con el fin de determinar cuáles son las fortalezas y debilidades del proyecto, a nivel interno, y cuáles las oportunidades y amenazas, a nivel externo. Se toman en cuenta las realidades macroeconómicas de la región y el país, y se lleva a cabo un sondeo de la opinión de los habitantes del lugar y de los potenciales clientes. Sólo cuando se obtienen los resultados de cada uno de esos estudios, llevados a cabo por especialistas del real estate, se deciden cuáles serán los objetivos del proyecto, cuál será su valor diferencial y su eje conceptual. Recién en ese momento, se determinan los detalles arquitectónicos y estéticos con los que contará la propuesta y se llevan a cabo los renders que permitirán visualizar cómo quedará terminado.
En relación a los ejes de sus desarrollos, Cofano asegura: “El mundo nos muestra ciertas tendencias, basadas en la sustentabilidad, que no debemos ignorar. Se trata de tomar lo bueno, trabajarlo y adaptarlo a nuestro contexto e idiosincrasia. Para ello, investigamos, analizamos y ponemos en marcha desarrollos pensados para marcar una diferencia tangible y sustancial en la calidad de vida de la gente. ” Con respecto a su forma de trabajo, señala: “Cuando cada una de las variables son previstas y analizadas profesionalmente, los riesgos de fracaso se minimizan al máximo. Y no estoy hablando sólo a nivel de rentabilidad, sino que me refiero al impacto y relevancia que ese desarrollo significará para sus habitantes. Con esa mentalidad, encaramos nuestro trabajo diario.”