“Nuestros desarrollos desarrollan”. Esta es la impronta que le estamos dando desde CEDU a nuestra actividad en el marco del ambicioso plan que hemos encarado para abordar seriamente una asignatura pendiente de muchos años: mejorar nuestra reputación.
A lo largo de décadas dedicado a formar desarrolladores inmobiliarios, siempre concebí la acción de desarrollar desde el hacer, desde lo que nosotros hacemos, en primera persona.
Lo novedoso que ahora traemos institucionalmente es la idea de propiciar el desarrollo en tanto desarrollo de los otros: de los que vivirán en nuestros edificios, de quienes allí se realizarán como personas o como familias y de los que crecerán de la mano de lo que construimos.
Hay un mundo de externalidades positivas que nuestra industria genera, que debemos resaltar y potenciar para consolidar nuestra reputación. De hecho, la antítesis de lo que hacemos sería el quedarse quietos. El no desarrollar ni hacer es sinónimo de envejecer, y ese no es nuestro Norte.
Los desarrolladores somos hacedores, emprendedores y hombres de acción. Partimos de una idea y la llevamos a la práctica. Claro que hay ideas de todo tipo que pueden incluso devenir en buenos negocios.
Las nuestras, sin embargo, tienen un grado más: cambian vidas. Porque hacemos el hábitat, que es la condición esencial del desarrollo humano. Nuestros emprendimientos impactan sobre la humanidad y la transforman. Por eso sostenemos que nuestros desarrollos desarrollan.
En los próximos meses se empezará a ver nuestra acción, como Cedu, en este sentido. Será una campaña institucional en la que mostraremos quiénes somos, qué hacemos y, sobre todo, nuestro legado.