El start up de un emprendimiento inmobiliario depende de una seria de factores que varían según el contexto. En nuestro país en la actualidad, a contramano de lo que sucede en muchas otras partes del mundo, el factor crítico es el costo de capital, que está por las nubes. Hoy, lo difícil no es encontrar un buen terreno o hacer un acuerdo de canje con el propietario. Lo difícil es asegurar el financiamiento del proyecto. Sin bancos y con la venta en pozo tan fría, los argumentos de los desarrolladores para sostener su actividad incluyen el blanqueo (aún por reglamentarse) y el volátil abaratamiento del costo de la construcción. Y lo cierto es que solo prosperan ciertos casos que combinan todas las piezas a la perfección: ubicación, producto, precio y respaldo del desarrollador. En este contexto, es muy difícil motivar a un desarrollador a lanzar nuevos proyectos en Argentina porque al darse vuelta a la búsqueda de inversores, se encuentra con un escenario adverso.
Por Damián Tabakman.
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