Aunque no mucha gente lo note, hay dos tipos de desarrolladores inmobiliarios: los que venden con una cláusula de indexación (en general CAC) y los que venden al costo.
En los últimos años resultó súper interesante, entre los propios desarrolladores, el debate sobre ventajas y desventajas de cada modalidad.
Más allá de la perspectiva impositiva y legal, que a mi juicio llevaría a los desarrolladores a optar por la primera opción, y de la perspectiva comercial, que los llevaría a optar por la segunda, hoy estamos obligados a incorporar otra variable en el análisis: la incertidumbre cambiaría e inflacionaria futura.
La venta indexada deposita en el índice, la cobertura que el desarrollador necesita respecto de las futuras variaciones de sus costos. Pero lo cierto es que no sabemos si la inflación se acelerará mucho o si el dólar se disparará. Y ante un contexto de variables macro eventualmente descontroladas, la única modalidad que pone al desarrollador del lado de la seguridad, y al inversor del lado opuesto, es la venta al costo.