La situación actual del mercado inmobiliario es muy compleja e incierta, entre otras cosas porque la propensión a invertir en activos argentinos es muy baja, y los ladrillos no son una excepción.
Por supuesto que hay casos y casos, con algunos segmentos muy puntuales del mercado que están atravesando un buen momento, como la vivienda suburbana, producto de la pandemia.
Pero en términos generales, aunque los costos de construcción están históricamente bajos, el nivel de actividad está muy retraído y los proyectos en pozo venden muy poco. Prima la incertidumbre, que abarca a la política y la economía.
No obstante ello, hay una larga tradición de los argentinos por alocar sus ahorros en ladrillos. Las familias cuando logran cierta capacidad de ahorro empiezan por comprar dólares pero tan pronto como pueden, se lanzan a adquirir un departamento.
Mayoritariamente en pozo porque se lo puede pagar en cuotas mientras se construye. De hecho, la única manera que hay en Argentina de pagar un departamento en cuotas es entrar en un pozo. Y el sentido de esa inversión suele ser la renta, aunque también puede apuntar a ser la vivienda de los hijos cuando se independizan, por ejemplo.
Así ahorramos la mayoría de los argentinos. Pocos son los que invierten en activos financieros o en el exterior.
El problema es que recientemente ese comportamiento también se ha visto afectado negativamente por la nueva ley de alquileres. Sin entrar a debatir si es buena o mala, o si ha traído soluciones a la vez que problemas, lo cierto es que se ha instalado en la mente de los potenciales inversores, que alquilar una vivienda en Argentina es un peligro.
Y con ese convencimiento, la propensión de la gente a entrar en pozos se ha debilitado mucho. Y en virtud de ello, el financiamiento de nuestra industria, está sufriendo. Recordemos que en Argentina sin preventa prácticamente no se puede edificar porque no hay bancos que financien los proyectos como fuente alternativa, tal como sucede en otras partes.
En consecuencia éste es un gran tema en el cual los argentinos hoy debemos trabajar seriamente para empezar a mejorar en el corto plazo, el acceso a la vivienda, en este caso en renta, de nuestros compatriotas.