Por Damián Tabakman.
Tuve la oportunidad, esta semana, de visitar varias ex mega plantas industriales en el gran Buenos Aires, cercanas a Capital, que fueron recientemente transformadas en mini parques logísticos e industriales.
Es un producto inmobiliario emergente del boom del e-commerce y de la inseguridad urbana. Ambos factores generaron un pico de demanda, de modo que la vacancia actual es muy baja.
Los usuarios son empresas que venden por internet y que la opción de tener su espacio propio a la calle hoy les resulta inviable. En estos exitosos complejos tienen seguridad e infraestructura de servicios comunes.
Es genial como grandes moles que parecían inservibles, han ganado un destino muy atractivo en plena pandemia.