Participé esta semana en una actividad de Fiabci sobre el futuro del real estate, junto con oradores de diferentes partes del mundo.
Quedó en evidencia algo importante: a raíz de la pandemia, las perspectivas del sector se pueden agrupar según el tamaño de las ciudades, y todas las grandes padecen un problema similar, que en las más pequeñas no se da.
Se trata de la potencial obsolescencia de los mega centros urbanos de la mano del éxito del home office y el e-commerce, la necesidad de rediseñarlos, y simultáneamente la revitalización de los entornos suburbanos emergente de la búsqueda de una mejor calidad de vida de las familias saliendo de los pequeños departamentos céntricos no aptos para cuarentenas.
Esto es, probablemente, lo más importante que veremos en la industria en los próximos años. Es algo que debe empezar a ser considerado a la brevedad por todos los actores involucrados: gobiernos, empresas, usuarios, etc. Y sobre todo por los desarrolladores inmobiliarios y los propietarios de los inmuebles: cómo lograr que los centros de las mega urbes no pierdan vitalidad y cómo incentivar a que la suburbanización se materialice de forma sustentable y ordenada.
Real Estate: Nota Semanal al 25.09.2020
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