Por Damián Tabakman.
Ha comenzado a difundirse aceleradamente un formato de inversión en proyectos inmobiliarios que no es nuevo pero que cada vez encontramos con mayor frecuencia.
Consiste en vender unidades en pozo, cobrarlas cash y darle al inversor una renta anual superior al alquiler hasta la entrega de su unidad.
Interesante modalidad que puede servirle al desarrollador por ejemplo para fondear el start-up del proyecto, momento en el cual el fund rising suele ser más caro y complejo. Es claro que implica afrontar un costo de capital, pero que puede ser digerible y que no implica endeudarse en moneda dura.
También resulta atractivo para el inversor, dado que de entrada comienza a percibir renta.