Esta semana, en el Marriott de Miami, me tocó cerrar Latamis, el evento sobre fondos de inversión dedicados a Real Estate, más importante de la región.
Fue un gran encuentro que sigue dejando en evidencia, igual que en las ediciones anteriores, que en Latinoamérica subsiste un desencuentro entre el capital institucional y los desarrolladores. Hay casos exitosos aislados, que mostramos, pero aún no son la regla. Por el lado de los fondos, sus pretensiones y requisitos se mantienen igual desde hace tiempo, y aún no reflejan las nuevas tendencias y los formatos innovadores que ya se ven en otras partes del mundo, emergentes de las nuevas generaciones. Y por el lado de los desarrolladores, a quienes la cuestión del timing y lectura de los ciclos de mercado deberían marcarles el Norte, vemos que sus nuevos proyectos aún no contemplan los brutales cambios por venir que se avecinan en nuestros países.