Los participantes del mercado se dividen en dos grupos: por un lado, están los conservadores, que prefieren proteger su dinero en el corto plazo y en el otro extremo, se ubican los inversores más agresivos, con rendimientos a más largo plazo.
Hoy llega Donald Trump a la Casa Blanca y con él, muchas dudas al sector financiero. A los inversores, poco les importa si el magnate norteamericano es misógino o xenófobo. Sus dudas pasan más bien por cuánta volatilidad puedan generar en los mercados las decisiones del flamante presidente de los Estados Unidos.
Los participantes del mercado se dividen en dos grupos: por un lado, están los conservadores, que prefieren proteger su dinero en el corto plazo y esperar hasta tener más claro cuál será el accionar de Trump; en el otro extremo, se ubican los inversores más agresivos, que buscan rendimientos a más largo plazo, sin atarse a la coyuntura. Hoy, unos y otros están acomodando sus portafolios a la era Trump y especialistas consultados por El Cronista opinan acerca de cuáles serían las mejores decisiones.
Para los más conservadores, Sabrina Corujo, Research Manager de Portfolio Personal, recomendó distribuir el capital de la siguiente manera: «40% en Lebacs; 30% en Letes en dólares; 20% en Bonar 2021, Ciudad de Buenos Aires 2021 o el bono soberano que se licitó ayer a 2022; y 10% Bonar 2024». Al momento de justificar su elección, la especialista analizó: «Es una cartera con bajo riesgo de mercado y prácticamente balanceada entre pesos y dólares. Aprovechamos la tasa real positiva que mantienen las Lebac en pesos y las Letes que, con rendimientos del orden del 3%, se ubican por arriba de lo ofrecido por otras alternativas de similar riesgo y plazo. Exponiéndonos a una mayor volatilidad, pero en la búsqueda de devengar cupones altos sin aumentar mucho el riesgo, apuntamos a una participación en bonos en dólares de la parte corta y media de la curva».
Para Marcelo Elbaum, de Maxinver, el inversor más conservador debería apuntar a dolarizarse: «Yo recomendaría invertir un 30% bonos soberanos hasta 2021, un 35% en bonos provinciales y corporativos con vencimientos entre 2021 y 2028, un 30% en bonos soberanos posteriores a 2028, y un 5% restante lo asignaría a cobertura de tasa de interés del gobierno americano. Esa cobertura implica que si la tasa estadounidense de 10 años se va a 3% o incluso más, el precio del bono va a estar resguardado. Si bien no elimina el 100% del riesgo, lo amortigua», explicó.
En un informe exclusivo para sus clientes, el equipo de research de Puente encabezado por Ezequiel Zambaglione recomendó a los más cautelosos posicionarse en alternativas cortas en dólares, que ofrecen protección ante las subas de la tasa de interés. «Los bonos del Tesoro de Estados Unidos que ajustan por inflación (TIPS) y los bonos corporativos de compañías estadounidense con el Grado de Inversión se presentan como las mejores alternativas. Para buscar rendimientos, los bonos argentinos en dólares con vencimientos de entre 4 y 5 años son los más atractivos, con rendimientos del orden del 5%», señalaron.
Del otro lado del mercado, están los inversores que soportan más volatilidad y se animan a esperar un retorno a largo plazo. Para ellos, el informe de Puente animó a «buscar rendimientos aprovechando las buenas perspectivas de las acciones de Estados Unidos, especialmente en el escenario de baja de impuestos, ya que en la mayoría de los escenarios ofrecen mejores retornos esperados que los bonos». Sobre el equity americano, el paper agregó: «Las acciones de compañías que generan sus ingresos mayormente en los Estados Unidos son particularmente más atractivas, ya que se verían más beneficiadas por el recorte de impuestos y menos afectadas ante un escenario donde Trump cumple su promesa de proteger la industria mediante la suba de aranceles a las importaciones», dijo Puente.
Sabrina Corujo, por su parte, considerando una cartera más agresiva, recomendó destinar un 25% a acciones (Pampa, Banco Macro, Holcim, Cresud y Transportadora de Gas del Sur), un 20% a Lebacs, un 25% a Bonos Discount (DICA), un 10% en Bonar 2046 y/o PARY y un 20% en Bonar 2024 y/o el nuevo el bono soberano a 2027 emitido ayer. «La mayor apuesta, tanto en términos de rentabilidad como de riesgo, se centrará sobre las acciones en donde seguimos siendo positivos bajo un horizonte de mediano plazo por fundamentos y flujo y en la parte más larga de la curva en dólares, con posiciones que superan el 35%, para lo cual nos basamos en la posibilidad de que Argentina comprima spread de riesgo de con respecto a la región».
En el caso de Marcelo Elbaum, un portafolio más agresivo en la era Trump debería contener un 20% en acciones (15% en Bancos y 5% en YPF), un 15% de Lebac, un 10% en bonos ajustables por CER a largo plazo, un 5% de títulos que ajusten por Badlar, un 20% de bonos provinciales y corporativos en dólares con vencimientos entre 2021 y 2028, un 25% de bonos soberanos en dólares con vencimientos posteriores a 2028, y un 5% de cobertura de tasa del gobierno americano.
«Si las medidas que promete Trump alientan el crecimiento global y eso se suma al repunte local, las acciones podrían salir favorecidas. Además, considerando que prevemos una devaluación del peso entre 18% y 20% para este año, resulta atractivo invertir en títulos de renta fija (soberanos, subsoberanos y corporativos) en dólares con rendimientos por encima de 7%, siempre con cobertura de tasas internacionales», comentó Elbaum.