Formaría parte del proyecto que elaboró Economía. Mauricio Macri lo enviará al Congreso después de octubre.
El anteproyecto de reforma tributaria que presentará el Gobierno en el Congreso antes de fin de año tuvo su primera reunión formal en la Casa Rosada. Nicolás Dujovne -ministro de Hacienda- ya le había presentado el texto a Mauricio Macri, con un contenido que trascendió a cuentagotas y que tendrá entre sus ejes una baja de los aportes patronales, la eliminación de exenciones al IVA, gravar la renta financiera y negociaciones con las provincias para reducir Ingresos Brutos.
El Presidente escuchó ayer la exposición de Dujovne y también la del resto del equipo económico y los integrantes habituales de la llamada mesa de coordinación, para evaluar el impacto en la recaudación y la viabilidad política.
Para la renta financiera, una bandera de distintos sectores de la oposición como el Frente Renovador y la izquierda, el Gobierno estudia gravar los plazos fijos o los bonos de las personas físicas. “Cuando se discutió la rebaja de Ganancias dijimos que había que dar la discusión sobre este tema y vamos a avanzar, después lo que hay que ver es cuánto se recauda”, dijo a Clarínuna fuente oficial.
“Fue un primer peloteo, hay que seguir trabajándola”, evitaron los funcionarios las definiciones terminantes al cabo de la reunión, que se extendió más de dos horas en el Salón de los Científicos. Macri reunió allí a Marcos Peña -jefe de Gabinete-, los coordinadores Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los ministros Luis Caputo (Finanzas) y Rogelio Frigerio (Interior), Alberto Abad -titular de la AFIP-, Fernando De Andreis -Secretario General de la Presidencia- y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Cruzaron análisis luego de la exposición de Dujovne.
La reforma tendrá entre sus objetivos modernizar y simplificar el sistema con un efecto neutro, por el estrecho margen para avanzar con una mayor reducción de la carga impositiva en un escenario en el que el Gobierno procura bajar el déficit fiscal. Gradualismo también para este proyecto. Funcionarios ya habían advertido que el plan será bajar la presión tributaria (actualmente la recaudación ronda el 32% del PBI) unos cinco puntos en un lustro y que llevará al menos una década que se sienta una reducción considerable en los impuestos. Más que la reforma “ideal” será la “posible”, adelantaron.
Más allá de algunos aspectos que dejaron trascender, en el Gobierno mantuvieron el hermetismo sobre el proyecto que enviará al Congreso, con el argumento de que de ese modo evitará lobbys de los distintos sectores y un impacto en la campaña electoral, tanto en la discusión sobre la reforma como en los eventuales posicionamientos de los espacios opositores. “Entre los ejes están modificaciones en el IVA, gravar la renta financiera, bajar aportes patronales y transformar Ingresos Brutos en un impuesto a la venta final”, contaron sin dar mayores detalles.
Más allá de algunos aspectos que dejaron trascender, en el Gobierno mantuvieron el hermetismo sobre el proyecto que enviará al Congreso, con el argumento de que de ese modo evitará lobbys de los distintos sectores y un impacto en la campaña electoral, tanto en la discusión sobre la reforma como en los eventuales posicionamientos de los espacios opositores. “Entre los ejes están modificaciones en el IVA, gravar la renta financiera, bajar aportes patronales y transformar Ingresos Brutos en un impuesto a la venta final”, contaron sin dar mayores detalles.