El Central consiguió algo de aire en las tenencias brutas los últimos días y lo vinculan a un alza de encajes. Lejos de la meta de reservas netas con el FMI, ¿el Gobierno impulsa créditos en dólares para acortar distancia?
El frente de las divisas sigue siendo el más problemático para la sostenibilidad del plan de Luis Caputo. Aunque, en los últimos días, el Banco Central consiguió algo de aire por el lado de sus tenencias internacionales brutas: en las últimas dos ruedas, crecieron en u$s1.488 millones. Si bien aún no hay datos oficiales actualizados que lo confirmen, los analistas vinculan el movimiento a que los bancos empezaron a enviar al BCRA una parte de los dólares provenientes del blanqueo, que hasta ahora mantenían en las sucursales.
En paralelo, sorprendió el desempeño comprador de la autoridad monetaria en algunas ruedas. En particular este martes, cuando se hizo de u$s191 millones en la plaza oficial, un movimiento que despertó especulaciones en la city.
Además de la acotada demanda de divisas en el mercado oficial, algunos operadores ligaron el dato a un intento de los funcionarios por achicar la distancia que los separa del cumplimiento de la meta de acumulación de reservas netas pactada con el Fondo Monetario Internacional a través de un impulso de los créditos en dólares a empresas vía manos amigas: como contó Ámbito, hasta la semana pasada les faltaban más de u$s2.000 millones para cumplir el objetivo trimestral. De todas maneras, este miércoles el BCRA retomó las ventas.
Blanqueo, encajes y reservas
Sin trazar una hoja de ruta clara respecto del cepo cambiario, Caputo trata desde hace tiempo de convencer al mercado de que su esquema cambiario es sostenible. Lógicamente, las dudas siempre pasaron por la falta de divisas. Por caso, las reservas netas hoy son negativas en más de u$s5.000 millones. Más allá de que su impacto en la posición neta del BCRA se prevé acotado, el Gobierno apostó al blanqueo como vía para conseguir oxígeno en las tenencias brutas e intentar construir un puente durante los meses estacionalmente más desfavorables del año.
Durante los últimos 40 días, el ingreso de dinero no declarado al plan de regularización de capitales se aceleró e impulsó una suba de los depósitos en dólares de más de u$s7.000 millones. Esto se dio, sobre todo, en lo que iba a ser el tramo final de la primera etapa (en la que se puede blanquear efectivo) que iba a concluir el 30 de septiembre, pero que finalmente se prorrogó por un mes. Solo este lunes los depósitos en moneda estadounidense crecieron u$s1.085 millones. Hasta acá, sin embargo, estos ingresos no se veían materializados en las arcas del BCRA: desde el 15 de agosto hasta ese día, las reservas brutas habían caído u$s71 millones.
Además de los pagos de deuda, la intervención sobre los dólares financieros y otros factores, esto se debió a que los bancos retuvieron en sus sucursales la mayor parte de los billetes recibidos por el blanqueo en lugar de enviarlos al BCRA. Los encajes (la porción de efectivo mínimo que las entidades deben dejar inmovilizada de los depósitos por la regulación precautoria) apenas se había movido en ese lapso. Fuentes del mercado explicaron que los bancos prefirieron quedar con una alta liquidez en sucursales por las dudas respecto de cuánta gente iría a retirar los dólares regularizados a partir del 1° de octubre.
Según las fuentes consultadas, algo de esto empezó a moverse en las últimas dos ruedas. Si bien aún no hay datos oficiales actualizados que permitan cotejar los factores, la recuperación de casi u$s1.500 millones de las reservas brutas durante las últimas dos jornadas pareció responder a un alza de los encajes. “Los bancos empezaron a mandar una parte de los dólares del blanqueo al BCRA”, le dijo a Ámbito un operador cambiario.
Un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) desglosó los movimientos de este martes, día en que las reservas brutas aumentaron en u$s893 millones: u$s84 millones correspondieron al swap de monedas con China por la apreciación del yuan, u$s4 millones a las tenencias de derechos especiales de giro (la “moneda” del FMI), u$s56 millones a la suba del precio del oro, u$s21 millones a las compras de divisas en el mercado oficial del lunes (impactan con una rueda de rezago) y u$s728 millones no tuvieron un claro factor explicativo. Y mencionaron que eso último pudo deberse a una suba de los encajes.
“El fuerte salto en los depósitos en dólares del sector privado producto del blanqueo no se venía traduciendo en un incremento de igual magnitud de los encajes ni de los préstamos. Los bancos optaban por quedarse el efectivo en sucursales. Para tomar de referencia, los depósitos en dólares del sector privado treparon u$s5.942 millones entre el 15 de agosto y el 20 de septiembre, mientras que los encajes apenas se incrementaron u$s153 millones y los préstamos y otros u$s541 millones. En cambio, el efectivo en sucursales escaló u$s4.901 millones en el mismo período. Sin datos oficiales de ayer, creemos que los bancos pondrían haber empezado a enviar los dólares al BCRA para encajarlos”, consideró PPI.
“Los bancos venían encanutando mucho los dólares en sucursal porque tenían miedo al 1° de octubre”, le dijo a este medio un consultor de la city en referencia a la posibilidad de que a partir de esa fecha haya mucho retiro de divisas blanqueadas. Su hipótesis es que, a pocos días de que termine septiembre, posiblemente las entidades se estaban pasando de los límites normativos de liquidez en sucursales y lo volcaron al BCRA para no excederse en el promedio mensual.
En caso de confirmarse, esto no tendrá impacto en las reservas netas ya que los encajes son en realidad dólares de los depositantes, aunque no deja de aportarle liquidez al BCRA para accionar en el mercado cambiario.
Compra, FMI, préstamos y ¿manos amigas?
Hay otro partido que se juega el Gobierno por estas horas. Cuando resta un puñado de ruedas para que cierre el tercer trimestre, está lejos de alcanzar la meta de reservas pactada con el FMI para fines de septiembre. Hasta el lunes se ubicaba más de u$s2.000 millones por debajo del nivel necesario para cumplir el compromiso de acumular u$s8.700 millones desde el 10 de diciembre.
Según los analistas, más allá del sobrecumplimiento de los objetivos fiscal y monetario, todo se encaminaba a un pedido de waiver (dispensa) por el frente de las divisas en la décima revisión del programa vigente. De la aprobación de las metas del tercer trimestre depende el último desembolso de u$s550 millones. Si bien aún está pendiente la auditoría correspondiente al trimestre previo (en el que sí se cumplieron todos los objetivos cuantitativos) por otros u$s530 millones, Caputo deslizó el viernes pasado en la Bolsa de Comercio de Rosario la posibilidad de que se unifiquen ambas revisiones en busca de acceder a un total de casi u$s1.100 millones. Todavía no hubo novedades al respecto.
Con ese frente abierto, llamó la atención la magnitud de las compras que realizó el BCRA este martes en el mercado oficial: u$s191 millones. Más allá de que la foto no se repitió el miércoles (el Central vendió u$s30 millones) ante la habitual mayor demanda de fin de mes, en la city aparecieron las especulaciones.
“Es probable que parte de la mejora del ritmo de compra de los últimos días provenga de una reactivación del crédito en dólares al sector privado. Desde hace un mes, desde que comenzaron a crecer con mayor vigor los depósitos en dólares por el blanqueo, la demanda de crédito en dólares se reactivó luego de dos meses y medio de estancamiento. Desde el 19 de agosto hasta el 19 de septiembre (último dato oficial) el crédito en dólares a privados creció unos u$s600 millones. Esa oferta aparente ayudó a que en ese período el BCRA saliera neutro en la intervención cambiaria”, señaló un reporte de Aurum Valores para sus clientes.
Por regulación, las divisas que las empresas obtienen a través de financiamiento de bancos locales deben ser liquidadas en el mercado oficial, lo que incrementa la oferta. Así, aparecen como reservas netas “prestadas” para el BCRA ya que cuando el crédito vence la firma va a buscar los dólares para devolvérselos a la entidad prestamista.
En esa línea, dos fuentes del mercado consultadas por Ámbito consideraron que la compra pudo responder a “trucos para minimizar las fricciones con el FMI”. “Como depósitos sobran y los bancos están bastante holgados, al parecer están impulsando que haya créditos en dólares. Tienen margen para marcar reservas y para armar créditos en moneda extranjera a través de bancos amigos o empresas amigas”, sostuvo una de ellas.
De ser así, el saldo vendedor de este miércoles parece demostrar que igualmente es muy difícil que se alcance a revertir el rojo en la meta de reservas en las pocas ruedas que quedan. Con todo, la otra fuente planteó que hay que estar atentos a lo que ocurra entre el jueves y el lunes: “Pedir un waiver por u$s100 millones no es lo mismo que pedirlo por u$s1.500 millones”. Más aún teniendo en cuenta que las principales discusiones con el Fondo pasan por el nivel del dólar, el cepo y esquema monetario, de cara a las negociaciones para un futuro programa (con el que Caputo pretende conseguir nuevo endeudamiento para apuntalar su plan) que todavía no empezaron formalmente.