• Pagos por la deuda y el turismo las jaquean.
• Apuestan a medidas tras elecciones legislativas.
La última semana las reservas internacionales cayeron de los u$s 37.000 millones. Pero se trata de apenas una escala para llegar rápidamente a niveles inferiores. El pago del Bonar VII el 12 de septiembre significará otra caída de u$s 2.000 millones. Las estimaciones respecto del nivel de reservas para fin de año han variado sustancialmente con el correr de los meses. El Banco Central, entidad que preside Mercedes Marcó del Pont, estimaba al arrancar el año que conseguiría una "recomposición" del stock tras las caídas registradas en 2011 y 2012. Y las estimaciones privadas calculaban que de los u$s 43.290 millones se pasaría, en el peor de los casos, a unos u$s 40.000 millones.
Pero la dinámica resultó completamente diferente. La caída es acelerada y ahora los pronósticos variaron sustancialmente. Un informe de la consultora ACM -que dirige Maximiliano Castillo- calculó que "en ausencia de un evento crítico, esperamos que a fin de año las reservas alcancen los u$s 32.500 millones". En caso de que se pague el cupón PBI, la caída para 2014 se profundizaría hasta u$s 21.400 millones. Por lo tanto, considerando que agosto terminó en u$s 36.801 millones, implica que la caída adicional estaría en el orden de los u$s 4.300 millones en los cuatro meses que faltan hasta cerrar 2013. Apenas más conservadora es la estimación del estudio Nicolás Dujovne y Asociados, que calculó un cierre del año en alrededor de u$s 33.000 millones. Representa una caída de u$s 10.000 millones para 2013, récord absoluto desde la salida de la convertibilidad. El pago de deuda "cash" sigue siendo la principal causa de la merma, pero hay otros factores que pesan negativamente. La crisis energética y el déficit automotor provocó una disminución del balance comercial en lo que va del año, superior al 25% (u$s 5.700 millones hasta julio versus u$s 8.200 millones un año atrás). Pero además el aumento de la brecha cambiaria incentivó más operaciones por turismo, que sólo en el primer semestre arrojó un déficit de u$s 4.700 millones. Dujovne incorpora otro elemento para tener en cuenta. En los 90 días anteriores a las elecciones (tomando en cuenta los comicios de 2011, 2009 y 2007), el Central se vio obligado a intervenir en el mercado cambiario para abastecer la demanda de divisas creciente por parte del mercado.
Como ahora no existe posibilidad de atesoramiento, esa presión se trasladaría al mercado paralelo. Con este cuadro, parece ya imposible eludir nuevas medidas relacionadas con controles cambiarios luego de las elecciones legislativas. Los candidatos son el turismo (más restricciones para el uso de tarjeta y compra de pasajes) y las importaciones, que tendrían más limitaciones ante la necesidad de incrementar el superávit comercial.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=704823