Las compras de bonos y acciones en el mercado secundario no podrán realizarse en el plazo de dos días hábiles, como hasta ahora, y a partir de mitad de año también se eliminará la operatoria en 24 horas. Es parte de un conjunto de modificaciones que se espera que lleguen en 2015 para el sector, principalmente para evitar la salida de dólares a través del contado con liquidación.
Desde el lunes pasado, la Bolsa de Comercio no tiene disponible el plazo de 48 horas para la compra y venta de títulos. Se trata del período (t+2), mientras que el (t+1) quedará prohibido desde el 30 de junio, incluso también para las Lebacs y Nobacs que siempre utilizan ese tiempo. Quedarán habilitadas las operatorias para comprar y liquidar de inmediato (t+0) y el intervalo de 72 horas (t+3).
La operatoria eliminada no es la más utilizada para las operaciones comunes (es usada para los derechos de suscripción y para procedimientos internos), pero en los últimos meses había empezado a aplicarse para el contado con liqui. Las financieras realizaban operaciones descalzadas: una compra en 72 horas y una venta en 48, para argumentar que no eran parte de una misma maniobra de contado con liqui.
Si bien no se explicó el motivo, desde el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores habían advertido a las financieras que el plazo de 48 horas podía ser eliminado para frenar la salida de dólares y la remarcación de precios de los bonos, dos maniobras por las que fueron fiscalizadas muchas entidades en los últimos dos meses, desde los cambios en las presidencias de esas entidades.
Estas negociaciones se realizan a través del Sistema Integrado de Negociación Asistida por Computador (Sinac), el sistema electrónico por el cual se cursan la mayor parte de las compraventas (las que pasan por el mercado garantizado).
Desde el sector se esperan más intervenciones en 2015, principalmente después de los allanamientos y las investigaciones de diciembre. En el Gobierno dicen que no aplicarán medidas excepcionales, a menos que la salida de dólares aumente. Ese es uno de los temores en Economía, que después del cierre de varias cuevas en la semana navideña empezaron a notar ciertas “presiones devaluatorias”, como dijeron a BAE Negocios desde la cartera de Axel Kicillof, y mencionaron información difundida por Reuters sosteniendo que el dólar iba a estar a $14 o algunas operaciones de compras de la divisa a un valor mayor al oficial.
Desde el Ejecutivo sostienen que el verano, mientras se decidan las negociaciones con los fondos buitre en Nueva York y los turistas dejen temporalmente el país, será crucial para mantener el tipo de cambio para el último año de Cristina Fernández en la Rosada.
El cálculo es que saldrían más de u$s 2.000 millones a través de los turistas, lo que se sumaría a los casi u$s 500 que informó la AFIP que se vendieron en diciembre para viajes al exterior. El problema, según remarcan desde el Gobierno, es el “excedente”: lo que piden los viajeros, pero que en el lugar de usarlo, lo atesoran.
En cuanto a la salida de dólares a través del mercado paralelo, el objetivo es que se reduzca la venta, con el riesgo de que eso haga subir el precio. Por eso, como anticipó este medio, en enero habrá más allanamientos a financieras y cierre de cuevas. Sería con los mismos procedimientos que se estrenaron cuando el BCRA, la CNV, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) articularon sus oficinas para realizar varios operativos en noviembre.