Llegué al encuentro inmobiliario de Santa Cruz de la Sierra y me encontré con un escenario notable. Hay crédito hipotecario accesible y los bancos financian emprendimientos. La economía crece sostenidamente, casi no hay inflación, la demanda de viviendas es sólida porque además del crecimiento vegetativo, esta ciudad (que ya no es pequeña), recibe un gran flujo migratorio. Y por lo demás los precios de las propiedades son notablemente bajos aunque hace varios años que no dejan de subir.
Si no fuera por la situación política, todo sería perfecto en Santa Cruz de la Sierra. Pero paradójicamente la incertidumbre respecto de las elecciones del 2019 es enorme y viene acompañada del fantasma de la devaluación.
Sobre esto último interrogué a los principales players del mercado inmobiliario local, y lo cierto es que recibí respuestas pobres. La inercia de un modelo de negocios que funciona bien los hace subestimar lo que nosotros, viniendo de Argentina, enseguida advertimos.
Con esa luz amarilla cerré la expo real estate de Santa Cruz de la Sierra, que fue un evento excepcional, con una tremenda convocatoria.