Por Invecq Consultora Económica.
En medio del pre-debate del Congreso que tendrá que comenzar a trabajar la semana que viene sobre el proyecto de Presupuesto 2019, en la semana se presentaron distintos indicadores que reflejan la actividad económica del país.
Con respecto a la economía real, el INDEC presentó la Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCI) que resultó del 60,1%. Esto implicó caída interanual de 7,6%, y el valor más bajo en los últimos 17 meses. Los sectores que más perjudicados se vieron fueron la refinación del petróleo (-21,5%), los productos textiles (-18,1%) y el caucho y plástico (-16,4%). Uno de los pocos rubros que mostró un crecimiento respecto de julio del año anterior fueron las industrias metálicas básicas que incrementaron la utilización en un 13,7%.
Otro indicador interesante es el Indicador sintético de servicios públicos, que mostró una caída interanual en junio del 1,9%. De todas formas, si se analiza de forma desagregada, la carga transportada en el servicio ferroviario creció un 3,4% interanual y la aeronavegación comercial un 1,2%. En un análisis mensual, mientras que la carga transportada creció un 5,4%, el transporte de pasajeros cayó un 5,8%.
Por otro lado, los datos del turismo internacional mostraron en julio un incremento interanual de turistas de 6,9%. Acorde a la devaluación y a la pérdida del poder adquisitivo sufrida durante estos meses, las salidas al exterior se redujeron un 4,6% respecto del mismo mes del año pasado.
Sin dudas el dato más relevante de la semana fue el Índice de precios al consumidor, que mostró un incremento de 3,9% en el mes de agosto. Si se lo analiza según los distintos componentes, mientras que los precios estacionales crecieron un 1,9%, los regulados lo hicieron de manera mucho más contundente (6,2%). La desconfianza en relación al fenómeno inflacionario generó instantáneamente una nueva suba del dólar, que ya supera los $40.
En línea con la normalización tarifaria que se viene llevando a cabo desde comienzos de la gestión, se espera para mañana un nuevo incremento en el precio del transporte (colectivos y trenes). Este aumento, que había sido anunciado por el ministro de Transporte, se torna necesario en torno a las metas fiscales establecidas tanto para este año como para el 2019. De todas formas, es un componente más que afecta al nivel general de precios cuyas expectativas para fin de año ya superan el 43%.
Por el lado financiero, el Gobierno realizó una licitación de letes a 196 días en la que se colocaron 763 millones de dólares. La renovación fue del 69,5% del total, a una tasa nominal anual del 7% (valor inferior al ofrecido en el mercado secundario). A pesar de que la cotización del dólar aún no logra ser estabilizada sin intervenciones del BCRA, el riesgo país ha descendido hasta los 695 puntos. Con respecto a la tasa interbancaria, esta continúa en valores muy altos, cercanos al 60%.
En el plano internacional, el Gobierno de Turquía decidió finalmente una suba en la tasa de interés para frenar el avance de la lira turca, que se ha depreciado frente al dólar un 40% en lo que va del 2018.
El gráfico de la semana
Desde fines del año 2011 y al ritmo del atraso cambiario, el balance turístico argentino ha comenzado a deteriorarse. Mientras que desde la salida de la convertibilidad el sector turístico era uno de los que había ayudado a mantener una posición externa equilibrada (como consecuencia de la mayor llegada de extranjeros al país que de salidas de residentes hacia el exterior), desde hace algo unos 7 años el sector pasó a representar un elemento más del déficit de la cuenta corriente. Este fenómeno se agravó desde el año 2015 cuando el atraso cambiario llegó a niveles máximos y luego con la liberalización de las compras de moneda extranjera y la eliminación del impuesto al turismo.
Hasta el primer trimestre del año, si bien la llegada de turistas extranjeros al país estaba creciendo, la salida de argentinos lo venía haciendo a un ritmo mayor. Con el abrupto ajuste cambiario que está experimentando la economía, esperamos un cambio de tendencia con una caída en los flujos de argentinos viajando hacia el exterior y, probablemente, una aceleración del crecimiento de los extranjeros visitando el país.
En el último mes, mientras que el turismo receptivo se incrementó de forma interanual un 6,9%, el turismo emisivo se redujo un 4,6%. Observando las proyecciones para los próximos trimestres, obtenemos una tendencia a la convergencia de la balanza en un plazo de dos años aproximadamente. Si analizamos el acumulado de los primeros siete meses del año, la variación interanual sigue siendo mayor en las salidas al exterior (8,7%) que en las llegadas de los turistas al país (5,2%). Sin embargo, eso no tiene en cuenta los efectos de la reciente corrida que se dio desde el mes de mayo y que llevó al dólar a la zona de los $40.
La presente situación cambiaria, sumada a las proyecciones de inflación para este año, afectará sin dudas las salidas al exterior vía un efecto precio e ingreso negativo. El establecimiento de un tipo de cambio más competitivo si bien permite aumentar las exportaciones en el mediano plazo, afecta directamente y de forma más rápida sobre el poder adquisitivo en bienes y servicios internacionales.