Con la suba de los tipos de cambio paralelos, se reiniciaron las compras de los bonos atados a la devaluación. Sin embargo, sostienen que todavía están baratos y los fondos específicos sufren rescates
Se recalienta el contado con liquidación, de la mano de los controles policiales y legales sobre la operatoria, la fuerte emisión monetaria y el atraso cambiario, pero los bonos dollar-linked reaccionaron tímidamente y los fondos comunes de inversión (FCI) que invierten en esos activos siguen sufriendo rescates, pese a ofrecer una cobertura ante una devaluación, debido a la incertidumbre que existe todavía sobre cuándo y en qué magnitud se producirá el salto cambiario.
Sucede que pese a las presiones que se empiezan a notar sobre el tipo de cambio, los inversores todavía esperan que el gobierno mantenga planchada la cotización oficial, por lo que prefirieron comprar títulos en dólares u obtener una mayor rentabilidad (a la devaluación esperada) de los títulos atados a la tasa de las Lebac.
La decisión que deberán tomar hacia adelante es en qué momento empezar a comprarlos, y a qué plazo, según la expectativa de política económica que genere cada candidato presidencial.
«Este precio va a fluctuar mucho con las encuestas, según el perfil de los candidatos. En septiembre, octubre y noviembre, el mercado tomará la posición dependiendo de las encuestas. El tema es que te dé el tiempo para tomar esa posición», dijeron en un FCI.
Sabiendo que el Gobierno iba a mantener una devaluación mensual del 1% hasta las elecciones, los inversores han preferido este año ganar un 28% o 30% anual en pesos con las Lebac que emite el Banco Central y las Bonac que emite el Tesoro. En lo que va del mes, los inversores que buscan dolarizarse compraron títulos en dólares para captar la mayor brecha cambiaria. En los últimos quince días, el contado con liqui subió 48 centavos y la brecha con el oficial se amplió al 46%.
Según un informe de Quantum Finanzas, los rebalanceos de los portafolios dependerán del plazo de la inversión, de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el contado con liquidación actual y al vencimiento y el total cumplimiento de los contratos.
Hoy, según calculó, para una madurez similar (1,4 años en promedio), los títulos en dólares Bonar X ofrecen un rendimiento superior al 14% respecto de los dollar-linked Bonad 16. «La única manera en que (el dollar-linked) tenga algún atractivo es que la brecha del tipo de cambio sea inferior al 30% al vencimiento», dijo el informe. «Con una brecha mayor al 30% la deuda en dólares puros sigue teniendo rendimiento relativo superior», agregó.
Según coincidieron en el FCI, la demanda de los dollar-linked dependerá de las expectativas sobre la magnitud de la devaluación, de cuándo se produzca y cómo seguirá la política cambiaria posterior. «Cualquier demanda que tengas cae en el año y medio que empieza en diciembre de 2015 al primer trimestre de 2017, el momento en que puede haber algún ajuste», explicó.
Para definir esa demanda, un colega de otro FCI apuntó a las encuestas: «Si las encuestas dicen que gana Mauricio Macri en la segunda vuelta, los dollar-linked van a empezar a tomar envión. Y si dicen que gana Daniel Scioli, tenés cuatro meses más en que no rendirán nada», explicaron.
También definiría el plazo de dollar-linked demandado: se entiende que un gobierno de Macri devaluaría pronto y alto, por lo que convendría comprar los títulos más cortos para que no pierdan demasiado valor tras el salto cambiario. Si ganara Scioli, convendría los papeles largos porque la depreciación podría retrasarse y graduarse hasta 2017.
«De acá a octubre no habrá devaluación. Hoy la gente no invierte en dollar-linked porque las Lebac están devengando mucho mayor rendimiento y en este momento no tiene sentido pasarse. El único motivo es que cuando tenga sentido hacerlo, en octubre, probablemente la masa se empiece a pasar y los pagues más caro. En este momento, los inversores están viendo cuándo es el momento para bajarse de las Lebac y subirse a la posición a dólares. En octubre claramente van a llegar tarde», agregó. En algunas carteras dolarizadas se empiezan a ver compras, por lo que los títulos dollar-linked perdieron hasta dos puntos porcentuales de rendimiento. Fue el caso de los soberanos Bonad 2016 (-1,12%) y Bonar 2018 (-0,62%). También el de la Ciudad de Buenos Aires a 2018 (1,4%) y el de Neuquén a 2016 (4,11%), entre otros. Pero no se movieron los corporativos. Sin embargo, entre los FCI que invierten en dollar-linked, los rescates en el último mes ya superan los $ 104 millones.