A la espera de señales sobre la reestructuración de la deuda, el mercado tuvo un esperado rebote tras el desplome de la semana pasada por el coronavirus.
En momentos en que los inversores esperan señales sobre las negociaciones del Gobierno en torno a la reestructuración de la deuda soberana, las acciones argentinas subieron con fuerza este lunes, en un esperado rebote de precios tras el reciente desplome de los mercados globales por el temor a que la propagación del coronavirus desemboque en una recesión.
Estimulado por la tregua en los mercados del mundo, a la espera de anuncios monetarios coordinados por los principales bancos centrales, índice bursátil S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos subió un 3,7%, a 36.253,25 unidades, luego de acumular durante la semana pasada una merma del 9,4% y registrar una pérdida del 12,8% en febrero.
Entre las subas más importantes del día, sobresalieron las acciones de Pampa Energía, con un salto del 11%. El podio de los incrementos diarios destacados lo completaron los papeles de Transportadora de Gas del Norte (+9,1%); y del Grupo Financiero Valores (+7%). La única acción que anotó pérdidas fue Telecom Argentina, que cayó 4%.
«La última hora fue lo mejor de la jornada, lo que alienta buenas expectativas para este martes», se ilusionó un operador. Ayudó al rebote generalizado la suba del tipo de cambio implícito, tras el retroceso registrado en febrero.
El volumen negociado en acciones rozó casi los $708 millones. Hubo 128 subas, 13 bajas y 9 acciones sin cambios. Santiago Llul, analista financiero, indicó que la suba del mercado podría tratarse de un rebote, ya que el volumen «no convalida la suba y varios indicadores reflejan futuras bajas». Por esta razón, el especialista explicó que «el impulso de Wall Street es un condicional ante la suba».
Por su parte, un analista de Rava opinó que «lo que aún queda por dilucidar es si este lunes fue un piso para el retroceso sufrido a fines de febrero o si la renta variable de las bolsas de todo el mundo puede volver a caer bruscamente debido a la disminución del crecimiento mundial que será potenciado por la baja en el consumo y en la producción generado por el coronavirus».
Mientras tanto, la decisión de la Reserva Federal, y de otros bancos centrales de aplicar paliativos a la crisis mundial producto del coronavirus, trajo alivio a los principales mercados, tras la peor semana en Wall Street desde la crisis financiera de 2008.
El Promedio Industrial Dow Jones escaló más de un 5% (mayor ganancia intradiaria desde 2009), mientras que el S&P 500 y el Nasdaq ganaron cada uno más de un 4% (el aumento más grande en un día desde diciembre de 2018).
En tanto, los ADR de empresas argentinas tuvieron una jornada en línea con el rebote de Wall Street. Pampa Energía se disparó 13,2%; Central Puerto, un 8,6%, Banco BBVA, un 5%; Mercado Libre, un 4,2%; y Banco Macro, un 4%. En sentido contrario, Irsa cayó 4,2%; Telecom Argentina perdió 2%; Corporación América retrocedió 0,9% y Despegar bajó 0,8%.
En el ámbito local, el discurso que brindó el domingo el presidente Alberto Fernández, en el marco de la apertura al período de sesiones ordinarias en el Congreso, no tuvo demasiado impacto en el mercado, dado que no hubo grandes novedades con relación a los temas de interés para los inversores, dijeron operadores.
«El discurso del Presidente no brindó mayores detalles, y resultó similar al de diciembre cuando asumió la presidencia», coincidieron en las mesas.
Con relación a las negociaciones de deuda, por un lado, Fernández resaltó que encontró consenso entre los líderes internacionales sobre que la situación de deuda argentina es apremiante, incluyendo también al Fondo Monetario Internacional. Por otro lado, mencionó que hay algunos jugadores con intereses diferentes a los de Argentina, en clara referencia a aquellos tenedores extranjeros que podrían intentar bloquear la negociación.
A su vez, remarcó que «alcanzar un nivel sustentable la deuda es innegociable», aunque también mencionó que esta solución «no es mágica e implicaría que los argentinos reestablezcan las prioridades en línea con el pacto social y un programa integral de desarrollo», en alusión a los sectores de mayores ingresos, en particular al agro.
Cedears operaron casi el 50% del volumen en renta variable
Con el empuje del tipo de cambio implícito, más el rebote del mercado americano, muchos inversores destinaron su liquidez a los CEDEARS (Certficados de Depósitos Argentinos) -en busca de cobertura-, lo que se reflejó en la proporción que representaron estos títulos en el total negociado en renta variable: 47%, es decir, unos $656 millones.
De esta forma, se registraron fuertes incrementos en dichos activos, algunos incluso de dos dígitos: HMY voló 13,6%; Telsa, un 13,4%; y Globant, un 10%. Además, Advanced Micro Devices subió un 9,2%; General Electric, un 8,8%; Apple (que trepó 9,3% en Wall St.) ganó un 7,9%; Mercado Libre, un 6,1%; y Barrick Gold, un 5,3%.
Bonos y riesgo país
En renta fija, los principales bonos soberanos treparon hasta más de 6%, frente a una baja 1,2% promedio acumulada durante el segundo mes del año.
El Argentina 2025 lideró los avances, con una suba del 6,4%, seguido por el Bonar 2024 (+4%); y el Bonar 2020 (+3,5%).
«Luego de las caídas observadas en las últimas semanas vemos atractivo incrementar posiciones para inversores con alta aversión al riesgo, con buenos retornos esperados en caso de cerrarse un acuerdo aunque el riesgo de ejecución sigue siendo alto en nuestra opinión», indicaron desde Balanz.
El riesgo país argentino, realizado por el banco JP.Morgan, caía 11 unidades a 2.272 puntos básicos, desde los 1.770 anotados a finales del 2019 y las casi 2.600 unidades registradas en septiembre pasado.
Para los inversores, pero especialmente para el Gobierno, son días clave en el marco de la renegociación de deuda. Desde hoy inician los dos meses más difíciles de la gestión de Alberto Fernández, y los que marcarán a fuego las probabilidades de éxito o fracaso de su presidencia. Desde hoy, y no más allá de abril, deberá completar el proceso de canje de deuda por unos u$s 70.000 millones a privados, con tenencias de bonos en divisas bajo legislación externa.
El Gobierno contrató a la firma Lazard para el asesoramiento financiero y a los bancos Bank of America y HSBC como agentes colocadores para el proceso de reestructuración de deuda que el país aspira a concluir a fin de marzo. «La ausencia de noticias sobre las reuniones del equipo económico con los fondos en Nueva York acentúa las preocupaciones, a las que se agregaron datos fiscales deficientes, solo unos días después de conocerse la oferta, lo que obligará a las partes a mostrar sus cartas para comenzar las negociaciones para evitar avanzar hacia el incumplimiento», señaló Alfaro Abogados en un informe.
«Creemos que los bonos seguirán moviéndose con alta volatilidad, y más allá de un rebote luego de las pronunciadas caídas de la semana pasada, la tendencia se mantendrá con cierta presión a la baja», dijo la correduría Portfolio Personal Inversiones.
Dentro de la deuda en pesos, los bonos se mostraron tomadores desde el inicio de la jornada, impulsados por la expectativa del pago del Bogato 2020 (A2M2, ajusta por CER), así cerraron con subas entre 1,5% y 6% en promedio tanto para el tramo CER como floaters.
El mercado estará atento al resultado de la licitación programada para este miércoles, cuyo objetivo del Gobierno es refinanciar el vencimiento del A2M2, uno de los vencimientos en moneda local más importantes con $70.000 millones. «La falta de claridad en la estrategia del canje de la deuda en pesos nos impide tener una postura positiva al respecto, donde con paridades entre 75% y 80% preferimos vender posiciones», comentaron desde Balanz.