El titular de Techint se quejó de una presión impositiva que subió a más del 40% en la década y dijo que es difícil invertir sobre la discrecionalidad de un funcionario
El principal accionista del holding industrial más importante del país, Techint, sorprendió ayer con sus críticas al gobierno nacional. En un discurso pronunciado durante el 12º Seminario ProPymes, organizado por la multinacional de origen argentino, Paolo Rocca señaló los problemas de competitividad que aquejan a la industria y no ahorró menciones sobre la responsabilidad del Gobierno.
Criticó la presión impositiva, que en los últimos 10 años “se ha incrementado del 21% hasta casi el 38%” al que, si se suma “la emisión para cubrir el déficit (impuesto inflacionario) un 4% más, llegamos a alrededor del 42% de presión impositiva”, dijo. Definió el proceso como “un cambio estructural muy fuerte que afecta y ha pesado sobre las empresas en distintos aspectos de su quehacer”.
Atado al problema de la competitividad, el dueño del grupo que alberga a Siderar, entre otras empresas, y facturó el año pasado u$s 25.000 millones a nivel global se preguntó “cómo vamos a lograr que un Estado que ha aumentado mucho su dimensión transfiera y contribuya a la competitividad de las empresas y al crecimiento del sistema”. Más adelante, sin eufemismos, el empresario llamó hipertrófico al Estado y pidió recuperar la eficiencia de la gestión.
Otro de los puntos fuertes del discurso de Rocca, vertido en un evento interno, aunque con la asistencia de la prensa, fue el pasaje relativo a la discrecionalidad. “Es muy difícil para todos nosotros invertir sobre la discrecionalidad del funcionario. Necesitamos invertir sobre las reglas de juego”, pidió.
Las palabras de Rocca le importan a Cristina Fernández. De hecho, hace poco más de un año, el empresario debió aclarar por carta a la Presidenta qué había querido decir cuando dijo, ante miembros de la Academia Nacional de Ingeniería, que “a partir de 2008, la competitividad comenzó a caer”. En un intercambio epistolar, le planteó los problemas –que persisten– a la mandataria y ella le contestó que debían mantener abierto el diálogo. Luego, con aviso, Cristina hizo públicas ambas correspondencias.
Quizás por eso, Rocca se ocupó ayer también de resaltar los aspectos positivos. “En el accionar del Gobierno veo movimientos positivos, que empiezan a hacer posible una transformación en un sentido positivo, que pueden abrir espacio para la iniciativa privada”.
En la memoria del empresario sigue fresco el punto de enfrentamiento más álgido con la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, al inicio de 2011. Entonces, a Rocca se le ocurrió oponerse a la designación del hoy ministro de Economía, Axel Kicillof, como parte de su directorio tras la nacionalización de las AFJP.
El empresario también se refirió a los subsidios, que según los datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) superaron los $ 100.000 millones este año, hasta octubre.
“Hay un componente importante de transferencia a la población, de subsidios”, destacó Rocca, quien se mostró a favor de la inclusión, pero aclaró que “no es alimentar o transferir recursos solamente. Es inclusión en el sistema productivo”.
En un día donde la violencia destiñó el festejo por los 30 años de democracia, Rocca se refirió a la función de seguridad del Estado “tanto en el funcionamiento rápido, eficiente e independiente del sistema judicial hasta la fuerza de seguridad pública”.