El índice líder de BYMA cedió 0,6% a 34.378 unidades, afectado por la caída de las plazas externas ante la creciente preocupación por la compleja guerra comercial entre Estados Unidos y China y su impacto sobre las economías globales. Se destacaron las bajas de Tenaris (-2,4%); e YPF (-1,9%), en medio del desplome del petróleo.
La bolsa porteña cortó una racha de tres subas en fila este jueves, al ceder un 0,6%, afectada por la caída de las plazas externas ante la creciente preocupación por la compleja guerra comercial entre Estados Unidos y China y su impacto sobre las economías globales.
A este condicionante, se sumaron cuestiones locales en momentos de definiciones políticas de alianzas de cara a las elecciones presidenciales de octubre, previo a las PASO de agosto. Además, la recesión y la alta inflación complican la dinámica financiera.
El índice bursátil S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA)cayó a 34.378 unidades, en un escenario con notorio recorte de negocios (apenas $ 462,7 millones) y dominado por una toma de ganancias luego de avanzar un 3,3% en las tres sesiones previas.
Los papeles vinculados al petróleo resultaron de los más castigados, después de que el precio internacional del crudo se derrumbó hasta casi 6%, y tocó mínimos en 10 semanas.
En ese sentido se destacaron las bajas de Tenaris (-2,4%); e YPF (-1,9%) en el panel líder, y de Petrobras (-1%) en el panel general.
En Wall Street, por su parte, los principales índices anotaron bajas generalizadas de hasta 1,6%, en una sesión en la que las acciones tecnológicas fueron golpeadas por el miedo a que la disputa comercial entre Estados Unidos y China pueda convertirse en una guerra fría tecnológica entre ambos países.
«Los inversores siguen desprendiéndose de acciones, debido a que no habría un arreglo de corto plazo entre ambos países, y esto podría afectar en definitiva el crecimiento mundial», dijeron desde Rava.
El canciller argentino Jorge Faurie indicó que «las diferencias en materia arancelaria entre los Estados Unidos y China, como todos conocen ha tenido un impacto grande en los mercados internacionales, en el acceso al financiamiento, en la distorsión un poco de los flujos de comercio (…) Estamos los países de economías emergentes que tenemos que absorber el impacto que esto tiene».
Bonos y riesgo país
Ante este panorama, el riesgo país argentino medido por el banco JP.Morgan subía siete unidades, a 917 puntos básicos, mientras que los swaps de incumplimiento de crédito (CDS) de la deuda nacional cotizaban a 1.135,57 puntos y los bonos en dólares finalizaron con una baja promedio del 0,3%.
«Una vez más amagan con reanudarse las ventas desde el exterior ante el malhumor global combinado con la incertidumbre política y los últimos pobres datos de actividad doméstica», analizó un especialista.
En este marco general negativo para los activos, el peso argentino mayorista se depreció un 0,47%, a 45,07/45,09 por dólar. El BCRA mantuvo el corte de su licitación de letras ‘Leliq’ por arriba del 70% anual.
«Desde que el FMI flexibilizó la posibilidad de que el banco central participe en el mercado de cambios, y a pesar de que no fue necesaria aún la intervención, la volatilidad del peso se mantuvo en línea con el resto de los mercados», dijo la correduría Neix y estimó que esta es una buena noticia.
Agregó que «la contracara de esta estabilidad de corto plazo en el peso será la incertidumbre en la política local y en el panorama internacional», ya que la «liquidación de la cosecha (…) se mantiene estable y le da fluidez al mercado».