Prácticamente todas las acciones registrarán un saldo negativo este año. El Merval se encamina a un cierre de 2018 con una pérdida de más de 50% en dólares. La excepción fue Petrobras Brasil, papel que acumula un alza de más de 22% en moneda estadounidense.
El tipo de cambio mayorista valía $ 18,60 a fines de 2017, y hoy ronda los $ 38, por lo que con el precio más que duplicado son escasas las chances de que alguna inversión le compita al dólar como mejor inversión en 2018.
En acciones los números son rojos. El Merval está por cerrar el año con una pérdida del 50% en dólares, mientras que entre los ADRs, papeles que están valuados en moneda estadounidense, registran derrumbes de hasta 75%, como en el caso del Banco Supervielle.
La excepción entre las acciones que cotizan en la bolsa porteña es Petrobras Brasil (APBR), con un avance de más de 22% en dólares. No es coincidencia que el papel que se mueve contra la tendencia bajista general sea el de una empresa de otro país.
Rubén Pasquali, analista de mercados Fernández Laya, sostuvo que «los bonos muy cortos en dólares, las Letes que vencieron o están por vencer siguieron a la moneda estadounidense, mientras que, «desde el punto de vista bursátil, claramente APBR, más allá del retroceso del último tiempo, entre las elecciones de Brasil y la suba del dólar, se convirtió en la ganadora del Merval».
Según cálculos de Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones, el índice porteño había alcanzado este año un máximo histórico en los u$s 1800 el 31 de enero, pero este nivel duró poco, perforó los u$s 1000 justo antes de que se aprobara el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI); precisamente tras el acuerdo con el Fondo es que el Merval marca otro pico, aunque mucho más bajo, en casi u$s 1200. Actualmente, ronda los u$s 600, por debajo de los valores que se negociaba en junio de 2015, cuando se barajaban los posibles candidatos presidenciales.
Por otro lado, con dos devaluaciones contundentes, una en mayo y otra en agosto, que derivaron en una súper tasa de interés en pesos, que llegó a superar el 70%, Pasquali aclaró que los ganadores y perdedores deben medirse en tramos: «Fue un año complicado. Por tramos, ganó la tasa desde fin de agosto en adelante, venció a todas las colocaciones financieras; pero quien estuvo entre fin de abril hasta agosto, los mataron, porque se toparon con dos devaluaciones».
«Este es un año muy compilado desde el punto de vista de las inversiones. Las empresas que se beneficiaron fueron las que exportan y pagan sueldos en pesos. Ganaron porque si bien hubo una devaluación al 100%, no se trasladó todo a precios, se trasladó muy poco hasta ahora», opinó Álvaro Di Carlo, financial manager en Hit Cowork.
De todas formas, en los últimos dos meses se registró un repunte gracias a que el dólar estuvo más calmo. El Merval sumó 7% más que el movimiento de la divisa estadounidense el mes pasado. En tanto, en octubre, el índice terminó a la baja medido en pesos, pero en dólares ganó por haber cedido menos que la cotización del billete estadounidense.
Por su parte, el riesgo país en los 800 puntos, confirma la mala evolución que tuvieron los bonos de largo plazo. Es que cuanto más altas son las tasas, más sufrieron los precios de los títulos públicos.
El indicador que elabora el JP Morgan, que compara las tasas de los títulos de deuda de los países con las de los bonos de Estados Unidos, se ubicaba en los 347 puntos a principio de este año. El incremento es de más de 450 unidades: significa un avance de 130%.
Además, los cerca de 800 puntos que vale el riesgo país hoy equivalen al peor nivel bajo la presidencia de Mauricio Macri. No obstante, el máximo histórico se encuentra muy por encima de esos valores: en 7222 puntos, en agosto de 2002. En cambio el mínimo histórico se fijó en enero de 2001, en los 184 puntos.