Nuevos dilemas para la política monetaria del Banco Central: el dólar por debajo de la banda podría estar cerca de su final
La euforia externa pasó y vienen días de cautela. Wall Street se mostró decepcionada por los resultados de Citigroup y la temporada de balances no viene tan sólida como se esperaba. Ya hay empresas que adelantaron que sus ganancias no serán las esperadas.
El derrumbe de las bolsas fue mundial, aunque moderado. Los únicos mercados que sobrevivieron fueron Tokio y San Pablo, que sigue iluminado por el efecto Bolsonaro.
El frente externo puede complicar a la Argentina pese a que el dólar sigue por debajo de la línea inferior de la banda de flotación. En el mercado mayorista, luego de tocar $37,24 cerró a $37, un valor que es apenas 4 centavos más elevado que el viernes. La intervención de USD 50 millones del Banco Central fue inocua.
En bancos y casas de cambio, la divisa aumentó 2 centavos a $38,05. El «blue» tuvo una leve suba de 25 centavos a $ 37 pero casi sin operaciones.
El dólar estuvo equilibrado frente a las principales monedas del mundo, pero en Latinoamérica cedió frente al peso mexicano, el real y el peso chileno donde tocó el valor más bajo en un mes y medio.
Los más beneficiados con esta caída de la divisa fueron los bonos locales. El Riesgo país cayó 0,57% a 698 puntos básicos. Perforó el piso de los 700 puntos, pero no es una noticia para brindar porque el retroceso se debió más a la caída del dólar billete y a la baja del Bono del Tesoro de Estados Unidos, que a una recuperación de la confianza en la Argentina. De hecho, los bonos siguen ofrecidos y sin compradores. El mérito es que subieron algo más que el dólar. La verdad se verá cuando el precio del dólar esté dentro de los andariveles de la banda de flotación.
Las reservas perdieron USD 78 millones y quedaron en 65.958 millones a pesar de que se compraron USD 50 millones en el mercado interno para sostener al dólar. Pero en el exterior se perdieron USD 16 millones por la caída de los bonos del Tesoro y se pagaron los servicios del BIRA 2022, 2023, 2027 y 2028 por USD 226 millones, además de 10 millones a organismos internacionales y a Brasil.
En la licitación de Letras de Liquidez esta vez al menos hubo coherencia, aunque no buscada. El Banco Central colocó $172.096 millones, que fueron insuficientes para renovar los vencimientos y obligó a emitir $23 mil millones que pueden presionar el martes sobre la demanda de dólares.
El esquema monetario tiene un riesgo grande en las Leliq. Sus vencimientos son un taxi que acumula intereses cada siete días debido a la elevada tasa que devengan. El instrumento depende de que los depósitos a plazo fijo sigan creciendo. Es el único sostén y al Banco Central se le complica cada vez más absorber los vencimientos para mantener la base monetaria dentro de lo pautado. Por eso se resiste a bajar la tasa de interés. En esta oportunidad, la tasa de corte fue de 58,25% que es 0,20 puntos apenas menor a la del viernes. La tasa promedio de captación la bajó 0,31 puntos a 57,80 por ciento. Hay un problema en gestación y el dólar lo va a traducir en su precio en algún momento. Esta es la verdadera traba para reducir el nivel de tasas. Donde la gente se aleje del plazo fijo, el sistema quedará girando. El dólar en su punto más bajo no contribuye a reforzar el plan monetario porque parece un gigante dormido. La diferencia entre este precio y la banda superior, es de 10%. La posibilidad de que la divisa suba parte de ese porcentaje aleja a los colocadores de pesos.
Además, al Banco Central se le hará más difícil lidiar con esos problemas. Estados Unidos no solo está golpeado porque la política de suba de aranceles a China mostró su peor rostro: aumentó el déficit comercial con los orientales en 17 por ciento. Uno de los sectores que más simpatías despiertan a Donald Trump, el automotriz, le reclamó por las caídas de ventas por el cierre de una parte de las oficinas estatales y porque el aumento en los aranceles de acero y aluminio encareció el precio de las unidades. Advirtieron que sus ganancias este año serán menores a las esperadas.
Wall Street vive este clima y los días que vienen no son promisorios. De hecho, el oro volvió a subir 0,20% y el petróleo bajo 1,90% a USD 51,60. El contraste de estos dos commodities muestra que los inversores ven a un mundo con menos crecimiento que hará caer el consumo de petróleo por eso abandonan las inversiones de riesgo y se refugian en el oro.
La soja y el trigo bajaron 1%, otra mala noticia para los exportadores que a esta caída deben sumarle la del dólar y el nivel de las tasas de interés locales para cuando vuelvan a sembrar.
La Bolsa que amagó con subir –a las 15 estaba casi 1% arriba– terminó con una caída del S&P Merval de 0,33 por ciento. El índice cambió de nombre por el convenio de Bolsas y Mercados de Valores (Byma) y Standard y Poor’s.
En Wall Street, los ADR’s de empresas argentinas, no la pasaron bien. Entre los certificados de tenencias de acciones, predominaron las bajas. Banco Supervielle (-2,5%) fue el de peor performance. Lo más destacado pasó por IRSA (+4%).
El verano del dólar por debajo de la banda parece estar cerca de su final y pone dilemas en la política monetaria.