Las dos brechas cambiarias en las que el Gobierno puso especial atención desde la renovación de su gabinete, en noviembre pasado, empiezan a escurrirse de a poco a poco y a volver infructuosos los enormes esfuerzos que diariamente realiza la mesa de dinero del Banco Central. La distancia del dólar oficial con el "blue" está otra vez en el 55%, exactamente en el mismo punto de partida que registraba el día del desembarco de Juan Carlos Fábrega; y con el dólar implícito en la venta local de bonos en moneda extranjera, en sólo un 12%.
El Poder Ejecutivo le había encomendado al banquero que convirtiera la reducción de la brecha cambiaria en una prioridad, aún a costa de perder reservas y por encima de cualquier otra meta monetaria del organismo. Pero la incipiente reducción que había empezado a lograr en las primeras semanas de su gestión, al 49%, se evaporó demasiado rápido en los últimos días. Simultáneamente, la diferencia que el Ministerio de Economía intenta mantener con cierta amplitud entre la divisa oficial y el "dólar Bolsa", para mantener el atractivo de la operatoria bursátil y descomprimir la demanda en el "blue", tiende a achicarse ahora al paso de las mayores expectativas de devaluación del sector privado. El mecanismo que antes seducía con una divisa de $ 8,50 y un 15% más barata que la informal se mantiene ahora algo menos tentador, con un precio de $ 9 que está sólo un 12% abajo del "blue".
Es sólo el comienzo de una tendencia que en el mercado esperan que se profundice a lo largo de enero. Y que irá alejando, así, dos "metas monetarias" que le fueron encomendadas al nuevo Banco Central para normalizar el mercado cambiario. La apuesta ya se hizo más notoria en los primeros dos días hábiles del año: el organismo aceptó desprenderse de u$s 150 millones al contado en el mercado cambiario oficial, en un intento por apaciguar la demanda de los importadores, y realizar una contundente oferta en el mercado de futuros para bajar del 60% al 40% anual los pronósticos sobre el dólar que se veían en esa plaza; y la ANSES debió salir con una venta hasta nueve veces más grande que la habitual en el mercado de bonos en dólares para convertir al dólar Bolsa en un "ancla" efectiva frente a la demanda en el "blue".
Hay, con todo, algún efecto que logró materializarse. En el mercado estiman que la suba del billete informal hubiera resultado más abrupta de no haber existido en estas fechas la vía de acceso al dólar Bolsa y el esfuerzo del Central por hacerlo más atractivo. A esta conclusión llegan quienes observan con cierto respeto, todavía, la relación entre los pesos en circulación y las reservas del Central que deberían respaldarlos. El cociente entre ambos, que acompañó casi religiosamente la cotización del "blue" hasta noviembre pasado (cuando el Gobierno empezó a intervenir con mayores ventas de bonos en dólares), se escapó en las últimas semanas y ya superó los $ 12. Es, para muchos, el valor del mercado que en este contexto debería tener la divisa en el mercado informal.
Las buenas expectativas que había generado inicialmente el recambio de Gabinete ya se disiparon por completo. El mercado vuelve a mirar los indicadores del sistema financiero para medir con algo más de desconfianza la solvencia del Banco Central. Y observaron, el viernes, un dato que no parece menor: el organismo volvió a perder reservas como no lo hacía desde el 17 de diciembre pasado. Apenas u$s 66 millones que alcanzaron para mostrar que el BCRA sólo puede evitar perder divisas cuando liquidan las cerealeras a cambio de un dólar más alto que el actual o, lo mismo, de la entrega de una letra en pesos que deberá devolver a una tasa determinada por la devaluación más un 4% anual. El retorno equivale a pagar cada uno de esos dólares a $ 8,10 (menos retenciones), si se confirman las proyecciones del mercado de futuros.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=723170