• Revirtieron la caída y crecieron en $ 28.000 millones en dos semanas; bancos llegaron a pagar hasta un 33% anual
Los argentinos empiezan a ver algo más atractivas, al menos por ahora, las alternativas de ahorro en pesos que las que están vinculadas al dólar. La abrupta suba de tasas de interés que decidió hacer Federico Sturzenegger hace ya 20 días generó un repentino aluvión de dinero hacia los bancos de empresas y clientes que buscaron armar depósitos a plazo fijo, que por motivos estacionales en diciembre no suele aparecer. El incentivo que encontraron en estas semanas fue un rendimiento que empezó a ser mayor al 30% anual y que se ubicó, por primera vez en muchos años, por arriba de la inflación esperada y de la devaluación prevista para este año.
En las mesas de dinero del sector advierten que la mejora en la liquidez se siente tanto por los pesos que llegan de las empresas como de los ahorristas más chicos. Los plazos fijos del sector privado, en pesos, saltaron $ 28.000 millones desde el 15 de diciembre hasta el 24 de diciembre, el último dato que informa el Central (ver infografía). Los mayores que el millón de pesos, que en general pertenecen a personas jurídicas (compañías), representaron un 57% del total. Y el 78% se colocó a menos de 60 días.
La dinámica es completamente diferente a la que se percibía para estos mismos depósitos desde mitad de noviembre hasta el levantamiento del cepo cambiario. Y va en sentido contrario a la tendencia estacional que suelen mostrar estos ahorros en esta época del año: entre los argentinos se percibe mayor consumo y menos ahorro, por la celebración de las fiestas y la llegada de las vacaciones; y entre las compañías se empiezan a percibir retiros de fondos para el pago de sueldos y aguinaldos (en los años anteriores, los plazos fijos se mantuvieron sin cambios durante este período, a pesar de la fuerte emisión de pesos).
Pasó que, una vez consumada la devaluación (el 17 de diciembre), las empresas y particulares que estaban acostumbrados a mirar de cerca el dólar reflejaron su preferencia por las altas tasas de interés con las que el Banco Central buscó premiar a quienes apuestan por el peso. En este mismo lapso, el tipo de cambio cayó de los $ 13,95 a $ 13,31 (ayer cerró a $ 13,51).
Las tasas que se fijan en las licitaciones semanales de deuda del BCRA actúan como una referencia para toda la economía. En su primera semana de gestión, Sturzenegger resolvió permitir que éstas surgieran de la oferta y la demanda del mercado. Los rendimientos saltaron entonces 9 puntos porcentuales, del 29% al 38% anual para el vencimiento más corto (35 días), y en línea con esto los bancos resolvieron mejorar fuertemente los retornos que pagan por sus plazos fijos: para los más chicos (inferiores al millón de pesos), pasaron a pagar del 26% al 30%; y para los más grandes, del 25% al 33%. Los rendimientos se redujeron levemente en los últimos días luego de que el BCRA convalidara dos bajas consecutivas en las tasas de interés de las Letras de deuda (las Lebac más cortas terminaron rindiendo el martes pasado un 33% anual). Y quedarán sujetos a lo que surja hoy en la cuarta licitación de la nueva gestión.
La expectativa de «tasas en baja» es otro incentivo que tienen los ahorristas para optar por los plazos fijos. Los clientes buscan aprovechar esta opción frente a la presunción de que el premio va a ser cada vez menor a medida que pasa el tiempo.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=822279