Los depósitos atados al CER aumentaron más de 10% en los primeros días del mes, en un contexto de recalentamiento de los precios y menor presión cambiaria. Para los bancos dejaron ser rentables
n un contexto de aceleración de la inflación para los primeros meses del año y con una previsión que supera ampliamente las expectativas oficiales para los precios, crece el atractivo por los plazos fijos atados a UVA. En lo que va del mes, el stock saltó más del 15 por ciento.
En los primeros 20 días del año, el mercado cambiario encontró cierta calma y con la brecha entre las distintas cotizaciones por debajo del 80% hay quienes que prefieren apostar por una suba de precios en el mediano plazo antes que por otro tipo de inversión. El stock de los depósitos ajustables por CER promedió al viernes pasado, último dato disponible en el Banco Central, los $69.430 millones, un 15,57% por encima de lo que había registrado el mes anterior.
Desde el 22 de diciembre pasado, ingresaron a los depósitos indexados unos $10.790 millones. La aceleración de los precios que se registra desde fin del año pasado motivó esta tendencia: luego del 4% de inflación informado por el Indec para diciembre, los analistas de la City prevén que supere el 4,5% este mes.
En retrospectiva, este mayor interés por indexar los ahorros en pesos para no perder con la inflación no es un fenómeno de este mes. El stock de plazos fijos UVA aumentó un 34% desde noviembre pasado y un 85,4% desde enero de 2020.
El mayor interés de los ahorristas por este tipo de instrumento se da en un contexto donde la tasa de los plazos fijos tradicionales no supera el 37% anual, por lo que pierden contra la inflación proyectada. Según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora la autoridad monetaria todos los meses, el consenso es que la inflación alcanzará el 50% para fin de año.
Sin una nueva suba de tasas Badlar de por medio, los plazos fijos tradicionales volverían a perder la pulseada contra la suba de los precios, algo que ya ocurrió en 2020.
El rendimiento de los plazos fijos UVA está compuesto por la tasa que paga cada entidad, que se ubica entre el 0,5% y el 1,5%, más el valor de la UVA al momento de finalizar la colocación. Estos depósitos tienen un plazo mínimo de 90 días, por lo que en momentos de volatilidad cambiaria no son recomendables para el ahorrista.
Así, mientras por un plazo fijo tradicional se paga un 3,08% mensual, la ganancia al día de hoy si se realiza el plazo fijo vinculado al CER llega al 4,5 por ciento.
Desde el punto de vista de los bancos, la ecuación dejó de ser atractiva y muchas de las entidades dejaron de impulsarlos y comenzaron a reducir la tasa que ofrecen por estos. No sólo se debe a una percepción de una inflación más caliente para los próximos meses, sino también a la caída en desuso de su contracara, los préstamos UVA.
En tanto, el Banco Central remarcó que la tasa mínima que las entidades deben pagar por este tipo de depósitos es del 1% y recordó cómo funciona la opción de los plazos fijos UVA «precancelables», que le permiten al ahorrista desarmar su posición, a menor rendimiento, cuando se hayan cumplido los primeros 30 días de la colocación. Si se toma esta opción, el banco termina pagando una tasa similar a la que ofrece por los plazos fijos tradicionales.