En la licitación de hoy, la tasa de Lebac caerá 100 puntos básicos. La entrada de divisas del agro le da margen a Fábrega. Preocupó la contracción del crédito y del consumo
En su llamado a la licitación de letras y notas con las que regula la liquidez del sistema que tendrá lugar hoy, el Banco Central (BCRA) anunció que recortará 100 puntos básicos el rendimiento predeterminado que paga por las Lebac de más corto plazo. La medida, de efecto monetario menor, es un fuerte mensaje al sector financiero de que el titular de la entidad, Juan Carlos Fábrega, empieza a relajar la política de restricción monetaria que siguió a la fuerte devaluación del peso. La contención de la inflación pasa, así, a un segundo plano detrás del cuidado del nivel de reservas y la actividad.
La Lebac más corta pasó de 28,68% a 27,73%. Los 100 puntos básicos se alcanzan por la diferencia de plazos (la primera era a 76 días, la nueva a 85 días).
Tras devaluar el peso 18% en enero, el BCRA elevó 8 puntos porcentuales la tasa que paga por sus Lebac (en total, la subió 13 puntos porcentuales en el año, ya que venía subiéndola gradualmente antes del salto) en un intento por elevar los rendimientos en pesos por encima de las expectativas de devaluación. La medida, combinada con la resolución que puso techo a las tenencias en dólares y en contratos a futuro de los bancos, ayudó a frenar la sangría de reservas: pasaron de perder u$s 2.800 millones en enero a retroceder algo más de u$s 700 millones en los dos meses siguientes.
Con la tasa de las Lebac más cortas en casi 29%, el BCRA aspiró más de $ 50.000 millones en sus licitaciones semanales que ayudaron a frenar la corrida contra el dólar pero también tuvieron su impacto en el nivel de actividad.
Los créditos avanzaron sólo 1,5% nominal en lo que va del año, un retroceso real frente a una inflación acumulada que coqueteó con el 10% en el mismo período.
El impacto de la devaluación y la tasa llegó al consumo de inmediato. En el primer bimestre, las ventas en supermercados crecieron 32% interanual, tres puntos por debajo del avance de precios en el sector según estimaciones privadas. En marzo, CAME publicó una caída interanual de ventas del 7,2%. La industria automotriz y el sector de electrodomésticos contaron historias similares.
Llegado el segundo trimestre, en el que ingresarían unos u$s 10.000 millones en liquidaciones de exportaciones, sostener a las reservas no necesita de tanto impacto en la actividad.
La semana pasada, según datos de Ciara-CEC, los agroexportadores ingresaron u$s 825 millones, una cifra sólo superada por la semana del 22 al 26 de abril del año pasado. El BCRA compró u$s 1.160 millones en lo que va del mes (ver aparte).
La suba de tasas había ayudado, también, a desacelerar la inflación tras el shock devaluatorio. Ahora, ese objetivo pasa a segundo plano o –a lo sumo– queda a cargo del ancla cambiaria: el dólar quieto en torno a $ 8.
“La verdad es que 100 puntos básicos no te cambian el equilibrio que habías alcanzado para frenar la caída de reservas ni te van a dar un boom de crédito”, dijo Marina Dal Poggetto de Bein & Asociados. “Lo que viene para adelante es un trade off entre cuánto estás dispuesto a atrasar el tipo de cambio y cuánto estás dispuesto a bajar la tasa”, agregó.
En el BCRA negaban ayer que sólo 100 puntos básicos significaran un cambio de relevancia y lo explicaban como un intento por achicar la brecha que se armó entre la tasa Badlar que pagan los bancos por depósitos a plazo fijo mayorista.
Lo que pagan los bancos por fondeo rara vez pasó el 25% y los 4 puntos porcentuales más que les paga el BCRA por las Lebac les permitían cazar en el zoológico.
Sin embargo, el Ministerio de Economía nunca ocultó su preocupación por una política de tasas que genera una contracción de la actividad económica y la baja puede ser vista como una concesión, por ahora menor, dentro de esa pulseada.