Ante la perspectiva de una mayor suba de tasas por parte de la Fed, la moneda estadounidense se apreció 3,7% en lo que va del mes. Analistas advierten sobre un eventual impacto en los commodities.
Las declaraciones del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, sobre una posible suba de los tipos de interés a mayor velocidad en la próxima reunión de la Fed, a principios de mayo, dieron comienzo a una nueva ola de aversión global al riesgo, lo que fortaleció al dólar frente a las monedas de países emergentes. Un “vuelo a la calidad” de los capitales, también preocupados por las perspectivas de un menor crecimiento global. El movimiento es una mala noticia para los planes del Banco Central.
En lo que va de abril, el índice dólar (que compara a la moneda estadounidense con una canasta de divisas) escaló 3,7%. De sostenerse en las próximas ruedas, será la mayor suba mensual desde 2015. Ayer, al cierre de esta nota, sumaba 0,6% y alcanzaba los 102,34 puntos, su mayor nivel desde marzo de 2020.
La contracara fue una salida de capitales de los países emergentes, con una consecuente ola de devaluaciones. El real sufrió un importante cambio de tendencia: la moneda de Brasil, el principal socio comercial de Argentina, que había acumulado una importante apreciación en el comienzo del año y le había dado aire al BCRA al no necesitar una aceleración mayor del ritmo del crawling peg local, subió 8% en la última semana. También hubo una devaluación del renminbi (yuan) en China, del peso chileno, el colombiano, el mexicano, entre otras divisas.
Este factor, entre otros, explica la brusca suba del dólar blue y los financieros en la plaza local, tras romper con la tendencia a la baja que mantuvieron durante tres meses y acumular saltos de más de $20. Principalmente el dólar CCL que tocó los $214 (un alza del 12% en el mes) y el informal, que saltó a $212,50.
Sobre el impacto del movimiento brusco en las cotizaciones paralelas, Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí, consideró: “El aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y el vuelo a la calidad siempre genera salida de capitales de riesgo de los países emergentes y una reversión de los flujos de la liquidez global. Hay países que tienen una mayor capacidad para blindarse de estos movimientos, tanto de un ingreso significativo de capitales o de una salida. En general, la mayoría de los países lo hacen sin mayores problemas a partir de movimientos de apreciación o depreciación de los tipos de cambio nominales, que reflejan la abundancia o escasez de divisas en la economía. En la Argentina este proceso se vuelve difuso porque el dólar está segmentado. El dólar oficial no refleja una situación que puede ser esporádica sobre los flujos de capitales, sino una voluntad de administración del Poder Ejecutivo. Entonces el impacto se da más en los canales financieros”.
Santiago López Alfaro, presidente de Patente de Valores, advirtió: “A principio de 2022 se vio una turbulencia en los mercados con una apreciación del dólar contra algunas monedas y caída en las bolsas, pero no perjudicó ni a la Argentina ni a la región. Los commodities subieron, después vino la guerra, lo que incrementó nuevamente los precios de lo que exportamos y se apreciaron las monedas, sobre todo el real brasileño que es nuestra moneda más cercana. La aversión al riesgo actual tiene que ver más con la inflación y una posible recesión que está impactando en los commodities, devaluación del real y con ello la depreciación del CCL. Probablemente el principal efecto sea una corrección en el precio de los commodities que previamente subieron mucho”.
Coincide en este punto el analista financiero Christian Buteler, quien advierte que el impacto principal de la apreciación del dólar es una caída en los commodities. “Cuando el dólar se fortalece, los commodities bajan y eso nos pegaría directamente en nuestro principal ítem de exportación que son los granos. Ahí es donde más podríamos sentirlo con la necesidad que estamos teniendo de entrada de dólares”, remarcó.
El impacto local se ve potenciado por la devaluación del yuan. La moneda china se depreció 2,5% en lo que va del mes. Este factor impacta directamente sobre la Argentina, ya que parte de las reservas del Banco Central se encuentran valuadas en yuanes por el swap. También, según analistas, esta devaluación puede impactar sobre el precio de las commodities por el nivel de demanda del gigante asiático.
“Si China empieza a crecer menos, a devaluar y a tener menos poder de compra, esos commodities pueden caer y eso sí puede afectar a la Argentina en el mediano plazo. Sin embargo, nosotros creemos que, por ahora, estamos en un ciclo de corrección, y que esto no representa un cambio de tendencia, pero hay que evaluar cómo evoluciona”, sostuvo López Alfaro.