Uno de los mayores costos del cepo cambiario pasaba por ingresar dólares a la Argentina. Para evitar entrar al tipo de cambio oficial (y soportar una pérdida automática de más del 50%), muchos inversores optaban por hacerlo a través de circuitos informales. Pero el costo era enorme: la operatoria conocida como dólar «cable» tenía una comisión del 4% al 4,5% directa. Pero ahora, luego de la eliminación de restricciones cambiarias todo cambió: o directamente no se cobra o se paga apenas el 1% como máximo por ingresar divisas, lo que hace más atractivo traer dólares y obviamente mucho menos oneroso.
La gran pregunta a esta altura es por qué había subido tanto el costo de ingresar dólares en los últimos tiempos del kirchnerismo. Si bien no hay una respuesta concreta para semejante salto del costo a más del 4% por transacción, es posible arriesgar. Según explican algunos operadores, el «rulo» kirchnerista consistía en sacar dólares al tipo de cambio oficial y luego reingresarlos por canales informales.
Sacar dólares a $ 9,70 y entrarlos a $ 14 ó 15 (los niveles del «blue» en los últimos dos años) permitía el costo de una comisión elevada sin que se resintiera el negocio. Incluso en los primeros meses del cepo se llegó a pagar hasta el 7%, para luego acomodarse en la zona del 4,5%.
Este «puré habría llegado a cifras millonarias. Existió desde el nacimiento del cepo, pero fue aumentando de volumen con el correr de los meses y el perfeccionamiento del circuito. Por supuesto, en el medio debía realizarse una importación «trucha» a través de sociedades fantasmas radicadas en el exterior. Así, se simulaban importaciones para sacar pesos al tipo de cambio oficial. Las divisas eran giradas a dicha sociedad, para luego reingresar los dólares y cambiarlos en el mercado paralelo a una diferencia sustancial. A escala mínima, esto mismo se hacía a través del dólar «ahorro».
Claro que esa operatoria permitía comprar sólo u$s 2.000 mensuales y muchos aprovechaban para luego revender a través del circuito informal. En el caso del comercio exterior, por supuesto, este tipo de operaciones no tenía límites concretos.
¿Qué otra explicación habría para semejante incremento del costo de entrar dólares, cuando en los años del cepo cayó a niveles mínimos el ingreso de divisas? Es casi imposible buscar una causa razonable para un incremento tan importante del costo que no sea este circuito conocido por casi todos en el mercado pero poco investigado por las anteriores autoridades.
Ahora que ya no existe una diferencia importante entre el dólar oficial y el informal, semejante circuito ya no tiene sentido. En otras palabras, no hay incentivo para efectuar esta operación que representó millonarias ganancias para algunos «especialistas». Al haberse cortado esa entrada de dólares, se abarató casi inmediatamente la operatoria, que cayó a niveles mínimos, incluso más bajos que antes del cepo cambiario.
La contracara es que se encareció el costo de sacar divisas. Mientras que antes se llegaba a pagar hasta un 3% para aquellos que giraban divisas al exterior partiendo de dólar billete en el mercado local, ahora los operadores cobran entre el 1% y el 2%, más acorde a los valores históricos para este tipo de transacción.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=823378