El Banco Central optó por mantener sin modificación el funcionamiento del «dólar solidario”, pese al fuerte aumento de la demanda en mayo. Además incrementó el rendimiento para los depósitos con el objetivo de seducir a los ahorristas a quedarse en pesos.
Ante la fuerte caída de reservas que sufrió en mayo y las renovadas presiones cambiarias, el Banco Central optó por jugar fuerte con más restricciones para operar en el mercado cambiario. Este endurecimiento del cepo operará esencialmente sobre las empresas, tanto para llevar adelante importaciones como para aquellas que deban pagar deudas en el exterior. Sin embargo, se optó por no tocar a los pequeños ahorristas, que de esta forma podrán seguir comprando los 200 dólares “solidarios” también en junio. Hasta último momento se dudó de una medida que podía afectar a este segmento, pero fue descartada.
De todas formas, la situación es dinámica. La expectativa del titular del BCRA, Miguel Pesce, es que con las nuevas medidas adoptadas ayer -y que entran en vigencia hoy- alcance para suavizar la demanda de dólares oficiales y al mismo tiempo reducir las brechas cambiarias. Una de las medidas más fuertes es prohibir que las empresas adelanten importaciones, lo que debería reducir la demanda en el mercado cambiario oficial.
Según las estimaciones que manejan en el BCRA, este tipo de maniobras sumaron cerca de USD 2.000 millones. Se trata de importadores que buscan adelantarse y acceder al mercado aprovechando el atraso del tipo de cambio oficial, cubriéndose así de un eventual salto cambiario.
Si ésta y otras medidas funcionan, habría espacio suficiente para que continúe la compra de dólares por parte de pequeños ahorristas, que están autorizados a adquirir hasta USD 200 mensuales, un límite impuesto sobre el final del Gobierno de Mauricio Macri y que no se modificó. Para los pequeños inversores es un buen negocio, ya que pueden adquirir divisas a un tipo de cambio de $90 (surge de agregar el 30% del impuesto PAIS al tipo de cambio oficial) y luego revenderlo a más de $120 en el mercado paralelo. Hasta la semana pasada este “puré” era todavía más lucrativo, porque el tipo de cambio informal había llegado a rozar los $ 140.
Según el último informe cambiario del Central, en abril fueron 1,2 millones los ahorristas que compraron dólar “solidario”, por un monto de $ 248 millones. Se supone que en mayo el incremento habría sido significativo, pero no lo suficiente como para poner en aprietos por sí mismo al BCRA.
De todas formas, en junio podría haber un salto adicional en la compra de dólares en el mercado oficial, ya que se paga el medio aguinaldo, por lo que muchos empleados tendrían más poder adquisitivo para dedicarlo a la compra de divisas. Es decir muchos de lo que no pudieron comprar en estos últimos meses tal vez sí tengan margen para hacerlo el próximo.
En forma paralela, se definió incrementar el piso que los bancos deben pagar a la hora de captar plazos fijos. De un 70% de la tasa de Leliq pasó ahora al 79%, lo que implica que ningún banco podrá pagar a partir de ahora menos de 30% anual por colocaciones en moneda local. El rendimiento que estaba vigente hasta ahora era de 26,6%. Se trata de una señal, quizás todavía tímida, para seducir a inversores a que se queden en pesos en vez de pasarse al dólar. Pero no sólo es clave para lograrlo que la inflación se mantenga en niveles bajos, sino especialmente que el tipo de cambio tenga un comportamiento más estable. De lo contrario, será difícil conseguir que los ahorros permanezcan en moneda local.