El Departamento de Agricultura de EEUU proyecta para la Argentina una producción de 56 millones de toneladas de soja y 38,5 millones de maíz
El avance de las aguas en los campos de las zonas productivas amenaza la cosecha argentina, que en las estimaciones del primer trimestre de 2017 apuntaba a un récord histórico. No obstante, el Departamento de Agricultura de los EEUU (USDA, por su sigla en inglés) elevó esta semana su estimación para la cosecha de soja argentina de soja a 56 millones de toneladas, medio millón más que los 55,5 millones previstos en marzo.
En cuanto al maíz, los rindes previstos por el USDA serán máximos históricos, en torno a los 38,5 millones de toneladas, un millón más que el anunciado en su anterior informe de marzo.
En el mismo sentido, el organismo norteamericano, cuyos datos son centrales para definir las cotizaciones internacionales de las materias primas, subió su pronóstico de exportaciones de maíz argentino a 26 millones de toneladas en la actual campaña 2016/17, que concluye a mediados de año. Esto significa ventas un 2% superiores (500.000 toneladas más), que las pronosticadas en marzo.
En cuanto a las exportaciones de soja sin procesar, USDA mantuvo su estimación de un aporte argentino de 9 millones de toneladas. Con respecto al trigo, la actual campaña alcanzó los 16 millones de toneladas, de los cuales 10,1 millones Se dispusieron para exportación, según los cálculos del USDA.
De todos modos, los embarques del agro, que representan más del 40% de las ventas externas de la Argentina, se cimientan en los derivados industriales, de los que el país es proveedor líder del mercado global: aceite y harina de soja. Los precios de estos productos están correlacionados con los de los granos sin procesar.
Justamente, el movimiento mixto de los precios en el mercado de Chicago en 2017 se está sumando a la debilidad del dólar en la economía doméstica y la inflación, lo que complota contra la rentabilidad del agro. Un informe del IERAL de la Fundación Mediterránea concluyó que «se ajustan los márgenes agrícolas por menores precios internacionales y apreciación cambiaria», en el orden del 33 al 38 por ciento, según las muestras relevadas.
En el transcurso de 2017 el poroto de soja se depreció un 4,8% en Chicago (de USD 366,16 a USD 348,48 por tonelada) y la harina de soja bajó 0,9% (de USD 345 a USD 342 por tonelada), mientras que el valor del dólar retrocedió un 4% en el mercado de cambios local y la inflación acumulada en el primer trimestre superó el 6 por ciento.
En tanto, el maíz subió 4,9% (de USD 138,580 a USD 145,4 por tonelada); el aceite de soja ganó 10,6% (de USD 759 a USD 686 por tonelada) y el trigo subió 6,4% (de USD 149,92 a USD 159,61).
«De no haber cambios en las variables exógenas (precios internacionales, tipo de cambio, impuestos), que mejoren los ingresos esperados, en el próximo ciclo los productores deberán trabajar mucho sobre la baja de costos a los efectos de recuperar atractivo en el negocio; los alquileres en campos arrendados aparecen como una de las variables que seguramente deberá adaptarse a un contexto menos favorable», consideró el estudio del IERAL, elaborado por Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre.
IMPACTO DEL CLIMA ADVERSO
Hay que advertir que las consecuencias de las inundaciones en el país todavía no están mensuradas por completo y comprometen el cumplimiento de los pronósticos. Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) determinó que el impacto de las contingencias climáticas adversas del primer tramo del año será importante.
Un sondeo entre los productores integrantes de CREA reflejó que el 37% de los agricultores registraron anegamientos, con un 13% de área perdida para el maíz y un 16% para la soja.
A su vez, se reportó un 22% de superficie que tuvo afectación por anegamiento temporario para maíz y 20% de soja, con pérdidas estimadas de rinde de 24% y 24,7% respectivamente. Por su parte, 27% de las empresas consultadas por CREA registraron condiciones de sequía, con pérdidas de área que promediaron un 7% para el maíz y 13% para la soja.
«Vale aclarar que las precipitaciones reportadas en últimos días en regiones productoras de La Pampa, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y NOA no están contenidas en este relevamiento, aunque seguramente tendrán impacto negativo en las producciones», sostuvo el reporte de CREA.