Por Invecq Consultora Económica.
Si bien muchas veces se expone al sector financiero como un simple intermediario en el circuito económico que obtiene grandes ganancias sin generar valor, es imprescindible entender el rol que el mismo tiene en el desarrollo de la economía. Los países con mayor crecimiento, estabilidad y nivel de desarrollo se caracterizan por tener un sector financiero fuerte, con una participación importante sobre el total de la economía.
En Argentina, sin embargo, la intermediación financiera representa niveles bajos sobre el total del PBI en comparación con muchos países del mundo y de la región, lo que dificulta los procesos de inversión y crecimiento sostenido a largo plazo. Además de la función de posponer consumo presente por consumo futuro mediante la reasignación intertemporal de los recursos, el sistema financiero tiene un rol redistributivo entre los agentes. En las economías que no cuentan con un sistema financiero de amplia accesibilidad, los recursos quedan en manos de sus poseedores originarios, sin posibilidad de ser tomado por quienes necesitan los fondos, pueden darle un uso más productivo, pero no cuentan con la disponibilidad de los mismos.
Desde la llegada de la nueva conducción al Banco Central se ha tomado una serie de medidas tendientes a ampliar el alcance del sistema financiero en la economía local, favoreciendo el crecimiento del propio sector, pero también sus efectos positivos sobre todo el entramado productivo.
El crecimiento del crédito
De este modo, una de las variables más relevantes al respecto es la evolución del crédito privado. Coincidente con el ciclo económico, a mediado del año pasado, el stock real de crédito en pesos y en dólares comenzó a mostrar tasas mensuales positivas, mientras que recién fue posible observar tasas interanuales positivas a comienzos del año 2017. La intermediación financiera sirvió, así, como catalizador del sistema productivo, facilitando la recuperación de la economía desde el tercer trimestre del año pasado.
Mientras que los datos del INDEC muestran que la recuperación económica se ha sostenido en la primera mitad del año, la evolución más reciente de los créditos otorgados al sector privado indica que dicho proceso se está fortaleciendo en el comienzo del segundo semestre. En el mes de julio, el crédito (en pesos y en dólares) se expandió un 3,4% respecto a junio y en agosto lo hizo a una tasa del 5% mensual. Si se consideran solo los créditos en pesos, las variaciones son algo menores pero la tendencia se mantiene.
En el gráfico precedente se representa la variación real interanual de los diferentes tipos de créditos en pesos: al consumo, comerciales y de garantía real. Se observa claramente el crecimiento de todas las líneas luego de un 2016 negativo. Además, se identifica que el proceso de crecimiento se está acelerando, llevando incluso a tasas superiores al 30% real a los prestamos con garantía real.
Los créditos hipotecarios continúan acelerando su tasa de crecimiento, alentados por los denominados en UVA, que concentraron el 85% de los hipotecarios otorgados a las familias. Desde el lanzamiento de este instrumento se han otorgado aproximadamente $20.090 millones de préstamos hipotecarios en UVA los cuales se hacen, a su vez, a plazos cada vez más largos. En los últimos 12 meses los préstamos hipotecarios acumularon un aumento nominal de 51,2% y los prendarios crecieron 67,3%.
En pos de seguir contribuyendo al desarrollo del mercado de créditos hipotecarios, recientemente las autoridades de la provincia de Córdoba fijaron una reducción de la alícuota del impuesto sobre ingresos brutos en los créditos para la vivienda, pasando del 8% al 1,5%. De esta manera, la provincia de Córdoba se suma a la rebaja de este tipo de impuestos, al igual que lo hicieron la Ciudad de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y Río Negro. Sería de gran importancia que el resto de las jurisdicciones tomen el mismo camino para que este nuevo instrumento pueda canalizar mayores créditos a todo el territorio nacional. Sin embargo, dados los desequilibrios fiscales de las provincias, no se visualiza como un proceso fácil.
Con respecto al crédito comercial, que aparenta ser el más rezagado, es preciso aclarar que desde la eliminación del cepo cambiario y con el fuerte crecimiento de los depósitos en dólares, estas líneas han tenido su mayor crecimiento en dólares y no tanto en pesos, impulsados por el financiamiento a empresas exportadoras y proveedoras de exportadoras.
La expansión del sector
En simultáneo con el crecimiento de la intermediación financiera en la economía, se observa un importante proceso de expansión del sector que será sin dudas uno de los más dinámicos del país en los próximos años.Tanto la cantidad de sucursales como de empleados está creciendo a un ritmo acelerado respecto a los últimos años.
Mientras que en el año 2015 se abrieron 62 filiales del sistema financiero en todo el país, el año pasado fueron 86 y, solo en los primeros tres meses del 2017, ya se han abierto otras 69. Este crecimiento representa la mayor tasa interanual desde al menos el año 2010 y llevó al total de filiales del sistema financiero a superar las 4.600.
Por su parte, también al primer trimestre del año, el número de empleados registrados totalizó 110.129, 1% por encima del registro en el mismo período de 2016.
El sector financiero tiene mucho terreno por recuperar en Argentina respecto a los países de la región lo que, de darse, tendría un impacto directo sobre la economía y más aún indirecto mediante la intermediación y el financiamiento de todo el sistema productivo.
Fuente: https://www.invecq.com/contenidos/economia/sector-financiero-al-servicio-la-economia/