La agencia argumentó que con el resultado de las elecciones, el presupuesto aprobado y los números de 2017 cerrados, es probable que haya una suba en la calificación argentina
Ayer, en la Conferencia Anual de Moodys, el analista de riesgo soberano de Argentina, Gabriel Torres, afirmó que, dado que el país tiene una perspectiva positiva, lo más probable es que aumente su calificación en los próximos meses. En conferencia de prensa, el especialista recordó que la última evaluación que hizo el Comité de Calificación sobre Argentina fue en febrero donde añadió la perspectiva positiva y que, si bien suelen reevaluar cada 12 o 18 meses, quizá no haya que esperar tanto para ver una mejora.
«Yo diría que en los próximos meses seguramente vamos a resolverlo. Eso sucederá porque se van a dar varias de las cosas que nosotros dijimos en febrero que queríamos ver: el resultado de las elecciones, que va a dar una idea de lo que el Gobierno puede hacer; los anuncios que haya luego de las elecciones; los resultados económicos y fiscales casi finales para 2017; y el presupuesto aprobado. Como Argentina tienen una perspectiva positiva, de todos los escenarios posibles, el más probable es que se aumente la calificación, aunque no es seguro», explicó.
Actualmente, el riesgo argentino está calificado por Moodys como «B3» se trata del escalón 16 de 21 en la escala de la agencia, lo que equivale al «grado especulativo». El país alcanzó esa nota desde una calificación previa de «Caa» luego de haber arreglado el conflicto con los holdouts por la deuda en default. A lo largo de su exposición, sin embargo, Gabriel Torres destacó en varias oportunidades que Argentina tiene mejores números que el promedio de los países calificados con la letra «B» que «suelen tener grandes problemas estructurales o crediticios» y agregó que los números del país están en línea con una calificación más alta que «B3». El analista sostuvo: «Hoy, Argentina es una de las economías más grande entre los países de esa categoría y es la segunda nación más rica».
En ese sentido, el analista resaltó los logros recientes del Gobierno y proyectó que la economía se expandirá un 3% este año y un 3,5% en 2018. «Si logra crecer dos años seguidos, será la primera vez desde 2011; si sostiene el crecimiento por 3 años, será la primera vez desde 2008», señaló. De todos modos, Torres apuntó que todavía resta asegurar la estabilidad económica y fortalecer las instituciones.
Con respecto a la estabilidad macro, Moodys cree que la inflación seguirá un sendero descendente, aunque considera que continuará por encima de las metas del BCRA, no solo durante este año como se confirmó ayer sino también en 2018 y 2019. Sin embargo, Torres expresó: «No es particularmente importante para nosotros que se llegue a las metas, sino la tendencia. Las metas están ahí para guiar al mercado y eventualmente quebrar expectativas inflacionarias, pero no son tan rigurosas».
En cambio, el analista de Moodys hizo hincapié en la necesidad de bajar el déficit fiscal, al que calificó como «la gran deuda», al tiempo que añadió que el déficit no solo es alto, sino que se agrava porque el mercado doméstico no es suficiente para financiarlo. Consultado al respecto, Torres respondió que crear un mercado local profundo es una tarea que puede demandar entre 10 y 15 años y que solo será posible si se reestablece la confianza de los argentinos en ahorrar en su moneda.
Más allá de eso y del actual nivel de deuda, en la opinión de Moodys el mayor diferencial que mantiene baja la nota de Argentina con respecto a otros países es la debilidad de sus instituciones. Si bien reconocieron avances en ese sentido (como la credibilidad del presupuesto y las estadísticas y la autonomía del Banco Central), dijeron que la continuidad y el acuerdo en ciertas cuestiones macroeconómicas serán clave para mejorar la calificación argentina.