El riesgo país saltó 39 puntos hasta volver a los 728 puntos básicos y los seguros contra default se encarecieron 6%. Macri buscó generar confianza pero no lo logró
El anuncio con el que el presidente Mauricio Macri en persona trató de recuperar la confianza de los inversores obtuvo una rotunda reprobación como respuesta ayer. Más allá de la disparada del dólar, el riesgo país y el precio de los seguros contra default ayer se movieron a contramano de las intenciones oficiales.
El riesgo país, el índice Embi + argentino elaborado por JP Morgan, saltó 5,66% ayer al saltar de 689 puntos básicos a 728 puntos básicos en el día. Los seguros contra default (CDS, credit default swaps) de Argentina para el plazo de 5 años subieron 6% y llegaron a los 639 puntos cerca del final de la rueda, un movimiento que señala que se vió más demanda por estos instrumentos que cubren frente a un eventual impago del país.
Lejos de genera confianza, entonces, el anuncio oficial de ayer pareció profundizar las dudas de los inversores. Precisamente el punto al que apuntaba la decisión de apurar los desembolsos del FMI, el de abaratar los costos de endeudamiento en base a una inyección de confianza que hiciera retroceder al riesgo país.
El eje de la turbulencia local de ayer el mundo emergente no se derrumbó, el sacudón de ayer fue totalmente argentino estuvo en el mercado cambiario, con un avance de casi 8% en un sólo día.
Pero en la variable que Macri más quería influir, en la confianza de los inversores respecto a las emisiones de deuda soberanas, tampoco obtuvo resultados alentadores.
Los bonos soberanos argentinos en dólares sufrieron caídas generalizadas ayer, todas por encima de 1%. Sólo el Bonar 2019 cayó menos, 0,54%, el único que vence dentro de este período de Gobierno.
«Creo que los inversores vieron que el anuncio no era suficiente porque te garantiza el financiamiento de 2019, pero según lo que venden Durán Barba y (el jefe de Gabinete) Marcos Peña, lo que puede venir después es el abismo», dijo un operador de futuros y opciones. «Es un gran error eso, porque si no te votan a lo sumo perdés elecciones, pero si no te financian entrás en problemas mucho antes de las elecciones», agregó.
El anuncio presidencial hizo foco en «adelantar todos los fondos necesarios para garantizar el cumplimiento del programa financiero del año próximo», donde se concentraban las dudas respecto a la capacidad de repago del país. Más tarde, el propio FMI confirmó las conversaciones y el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne detalló que van a modificar a la baja la meta de déficit para 2019.
Pero antes de todo ese derrotero en la comunicación oficial, los inversores se quedaron con sabor a poco. Porque para cubrir las necesidades de financiamiento del año que viene el Gobierno va a necesitar más dinero del FMI, pero también reducir el gasto para minimizar ese adelanto de fondos.
«No hubo un sólo número, un sólo detalle, y fue muy suave la mención a esfuerzos fiscales», dijo un operador bancario. «La sensación que dejó fue que el único interés era seguir sumando fondeo sin contrapartida alguna», agregó.
Los bonos, en realidad, arrancaron el día con tímidos avances. Un primer paso en el que pareció leerse una respuesta positiva al anuncio. Pero la caída del peso arrastró el ánimo de todo el mercado.
Con todo, ayer en el mercado local no esperaban que este fuera el final de la historia. La lectura de los operadores era que el dólar entró en un escenario de overshooting (sobre reacción), más aún luego de que el Banco Central subastara u$s 300 millones y luego se hiciera a un lado, dejándolo subir. «En un escenario así, lo esperable es que los precios del dólar y otros activos, lleguen a precios totalmente injustificables antes de que el mercado considere que fue demasiado y lo reacomode», dijeron en un banco.