No hubo pausa para las bajas. Wall Street acumuló pérdidas de 13% en siete ruedas consecutivas. Los activos argentinos sondearon nuevos pisos y el riesgo país se acercó a los 2.300 puntos
En la última semana se conocieron datos de la propagación del coronavirus fuera de China, en particular en Europa, lo que amplificó la preocupación respecto del impacto que puede tener la enfermedad en la economía mundial.
Los alcances de la enfermedad y sus consecuencias sobre la actividad no dejan de ser una incógnita, pero los agentes bursátiles actuaron con celeridad y apuraron una toma de ganancias contundente pero a la vez lógica, después de la seguidilla de máximos históricos en los indicadores de mercado.
Las referencias de Wall Street acumularon una baja de 13,4% después de encadenar siete sesiones negativas. Entre las materias primas el petróleo tuvo el peor desempeño, con un desplome de precios de 15% desde el viernes anterior, a USD 44,76 para el barril de Texas, y USD 50,50 en la variedad Brent. Incluso activos de cobertura como el oro y la plata resignaron posiciones el viernes, arrastrados por el impactante sell off.
Quedaron en pie el dólar y los bonos del Tesoro de los EEUU, cuyo precio relativo subió por efecto de la corriente bajista que se propagó a nivel global al mismo ritmo que las novedades sobre el coronavirus. Por la suba de los precios, el rendimiento de los títulos de deuda norteamericana a 10 años cayó en el mercado secundario a un mínimo sin precedentes de 1,13% anual.
Todas las bolsas y monedas emergentes sucumbieron a las preocupaciones por el futuro desempeño de la economía internacional. El dólar en Brasil alcanzó un récord de 4,50 reales, y aunque con ritmo moderado, la divisa de EEUU también alcanzó nuevos máximos en la Argentina, a $62,21 en el mercado mayorista y a $83,54 para la venta al público, con la aplicación del impuesto del 30% para atesoramiento y turismo.
Las acciones argentinas siguieron esa tónica general, pero desde un punto de partida mucho más bajo, debido a que el declive de precios de los activos domésticos se inició ya en febrero de 2018. En los últimos dos años, las valuaciones argentinas lideran cómodamente las caídas globales.
El S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) regresó al umbral de los 400 puntos en dólares, un piso de precios cercano a los mínimos de septiembre y noviembre de 2019. El referente líder de la Bolsa de Buenos Aires acumula una baja de 16,1% en pesos desde que inició 2020, que se amplía a 23,7% cuando se la mide en dólares.
La acción de YPF se operó en Wall Street debajo de los 8 dólares por primera vez desde que la compañía salió a cotizar a mediados de 1993. Al mediodía llegó a pagarse en un mínimo histórico de USD 7,79 en Nueva York. El valor bursátil de la petrolera estatal es hoy de poco más de USD 3.000 millones, la mitad de lo que pagó el Gobierno argentino por el 50% de las acciones en febrero de 2014.
Para los bonos argentinos hubo en las últimas ruedas una dosis extra de incertidumbre por los trascendidos sobre la renegociación de la deuda que encabeza el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Fondo Monetario Internacional y acreedores privados.
Las paridades de los bonos en dólares de referencias no logran despegar del 40%, junto con un riesgo país ahora próximo a los 2.300 puntos básicos. Estas cifras ponen en contexto de default a los títulos públicos y enfrentan al Gobierno argentino a un crudo escenario sin financiamiento externo por un periodo prolongado.
Para el economista Gustavo Ber, “los activos locales continúan fuertemente castigados, ya no sólo por la incertidumbre que aún despierta el proceso de reestructuración de deuda, así como los múltiples desafíos económicos, sino también que ahora se suma un inoportuno clima externo de aversión al riesgo que activa tácticas de risk-off con operadores externos que impulsan agresivas liquidaciones”.
Un reporte del Grupo SBS sintetizó que “el avance del coronavirus no cesa, y los distintos Gobiernos siguen tomando medidas para detener la propagación. Más compañías recortaron sus proyecciones y los mercados cayeron nuevamente”.
“Por la contracción de la demanda, los precios de todas las commodities se encuentran a la baja, otro factor que golpea fuertemente a Argentina, ya que de confirmarse significará una menor entrada de dólares al país en un contexto difícil de posible suba de retenciones al sector agrícola”, indicó la Bolsa de Comercio de Córdoba en un informe.
El analista Luis Palma Cané consideró que “en Argentina todo esto va a impactar en los niveles de actividad económica, considerando que se incrementa el temor a que la epidemia ponga en riesgo el comercio mundial. Nos pega por nuestra actividad primaria y por la situación particular de negociación de deuda que tiene el país en este momento”.