Además, la medida es una forma de defender los activos. Ya son seis las compañías de primera línea que lanzaron programas en ese sentido
Desde que se profundizó la caída del mercado accionario, que recién esta semana empezó a mostrar signos de alivio, la recompra de acciones por parte de empresas que cotizan en Bolsa comenzó a generalizarse y ya suman media docena las empresas que optaron por este camino.
Se trata de una señal que los empresarios intentan dar al mercado: ven que los papeles de su compañía están a precios de «ganga», aprovechan para comprar barato y buscan defenderse de la ola generalizada de ventas, que no distingue entre calidad de activos ni proyecciones de ganancias de las distintas sociedades.
Quienes analizan el comportamiento del mercado accionario, aseguran que las pérdidas acumuladas en mayo y junio han sido las peores de los últimos 25 años, medidas siempre en dólares. Pero en el arranque del mes aparecieron los primeros «brotes verdes», con subas que llegaron a más de 15% el martes y que se prolongaron ayer en la mayoría de las cotizantes.
La caída del precio de las acciones genera otro tipo de problemas. Al reducirse el volumen de sus activos, las compañías se vuelven automáticamente más riesgosas y tienen -por ejemplo- muchos menos margen para salir a tomar deuda y financiar proyectos de expansión.
Qué vienen haciendo las empresas
Pampa Energía. La compañía líder del mercado eléctrico ha sido una de las activas, a través de tres programas lanzados a precios diferentes. El papel acumula una caída de 46% en dólares desde principios de año y en las últimas semanas se vio afectado además por las idas y vueltas en relación al futuro de las políticas tarifarias. Su CEO, Marcelo Mindlin, invirtió un total de USD 245 millones en la recompra de 5,3 millones de ADR (los certificados de acciones que cotizan en Wall Street. Es la compañía que más dinero puso hasta ahora en este tipo de transacción. Sin embargo, el precio sigue muy cerca de sus mínimos y quedó rezagado en relación al repunte de otras compañías.
Edenor. Es una compañía que también es controlada por Mindlin y que sigue un derrotero parecido. Pero en este caso las recompras de acciones fueron por un total de USD 28 millones.
Cresud. El holding controlado por Eduardo Elsztain también entró en la operatoria de recompra de acciones. Al hacerlo a través de su compañía agropecuaria también salió a sostener la acción de Irsa, ya que es la principal accionista de la desarrolladora inmobiliaria número uno del país. Del plan de recompra de $900 millones presentado a la CNV, ya se re compraron acciones de Cresud por $770 millones, según informó la empresa. Pero la durísima caída de 45% de Irsa produce situaciones insólitas. «El valor de mercado de la compañía está hoy en USD 1.100 millones, no es mucho más de lo que pueden valer un par de shoppings como Alto Palermo o algún campo importante», explicó uno de los analistas de una sociedad de Bolsa que sigue el papel. Pero pasa lo mismo que con el resto. No se miran los «fundamentals» de las empresas, sino que el flujo de salida de capitales termina siendo más importante que cualquier consideración sobre el valor de la compañía.
Transportadora de Gas del Sur. La gasífera es otra de las empresas del sector energético que decidió la recompra de acciones. En enero había lanzado la oferta pública de sus acciones en Wall Street (ya operaba en Buenos Aires). Hasta ahora se aplicaron USD 23,6 millones, correspondiente a 1,48 millones de ADR.
Comercial del Plata. Es la última que se sumó a la iniciativa. El último martes informó un programa de recompra de acciones de hasta $ 600 millones. «La finalidad de la decisión adoptada por el directorio es contribuir a la reducción de la brecha que existe entre el valor de la empresa en base al valor de sus activos y el que surge del precio de sus acciones».
Banco Macro. Es la única entidad financiera que anunció un programa en esa dirección. Sin embargo, como la acción no tocó el piso de precio que se había fijado como objetivo, de $ 158, por ahora no hubo recompras. El programa vence el 18 de julio, pero es posible que el directorio apruebe uno nuevo a un precio más alto para avanzar en esa dirección. Como el resto de los papeles del sector, pierde casi 42% en el año.
YPF. Llevó adelante un programa de recompra pero no fue para sostener el precio de mercado, sino para pago de compensaciones a sus empleados y ejecutivos. El papel es uno de los más golpeados en lo que va del año, afectado además por los juicios que recaen sobre la empresa relacionados con la expropiación. Acumula una caída en dólares del 40% y está a mitad del precio ($ 14,80) que el valor objetivo que varios bancos de inversión habían fijado para la empresa a principios de año ($30).