Las señales y medidas del gobierno siguen alimentando el temor de los inversores. Los dólares alternativas corren más rápido que el oficial y la Bolsa es víctima directa de lo que sucede con las empresas; los vendedores se están desprendiendo sin resistencia de sus acciones
El escenario cambió para los inversores. El avance de los controles para eliminar los efectos indeseados de las medidas que se tomaron en 2020, ha puesto en alerta e los empresarios que ven que, tras la prolongación del congelamiento de los alquileres, la reforma de ajuste de los créditos UVA, la prolongación de la doble indemnización, la situación de YPF, el control de las tarifas y el de los combustibles, vendrán otros controles que pueden afectar a la oferta de bienes y la actividad económica. No son pocas las consultoras que están revisando sus previsiones para 2021.
“La extensión del congelamiento de alquileres nos indica que la medida va a ir más allá de marzo y que este mecanismo, como el de los otros controles, se puede extender hasta octubre cuando se realicen las elecciones de medio término. Y aunque no rija el congelamiento, va a ser el Gobierno el que fije los términos dejando de lado la negociación de propietarios con inquilinos. El mercado inmobiliario se paralizó y las medidas van a afectar a la construcción”, señaló Adrián Mercado, uno de los principales brokers del sector inmobiliario. Es que, si alguien observa lo que sucede en la ciudad de Buenos Aires con los departamentos y locales comerciales, puede repetir sin sonrojarse la frase de un emprendedor inmobiliario: “media ciudad está en venta y la otra mitad no la quiere comprar”.
Las consecuencias se están viendo. El BCRA tuvo que intervenir en todos los mercados cambiarios. En la plaza mayorista del dólar donde la divisa, siguiendo la tendencia de toda la región, aumentó 11 centavos con negocios por USD 287 millones, tuvo que vender USD 50 millones, que sumado a lo que perdió por la caída del oro (-0,50%) y el menor valor del euro y la libra esterlina, provocaron una caída de las reservas de USD 71 millones a 39.687 millones.
Los importadores que demandan dólares son los que traen insumos esenciales para no paralizar la producción. El Central lo sabe y no puede dejar de abastecerlos de divisas. Que se vendan 50 millones en un día no es poco si se piensa que el problema de YPF que está afectando a toda la economía, es porque el ministro de Economía, Martín Guzmán, se opuso a que le vendan los USD 400 millones que necesita la petrolera para cancelar un bono.
El Central también tuvo que intervenir para contener la suba de los dólares alternativos vendiendo en cantidad, el AL30C, el bono que mantienen el Tesoro y la Anses en sus carteras. El problema es que con el endurecimiento del cepo prohibieron a los compradores de dólar Bolsa o MEP y contado con liquidación, que al final de cada semana tengan un saldo a favor de USD 100 mil nominales de estos títulos. A la actual paridad, significa que nadie puede comprar más de USD 38 mil dólares semanales. Esto, más las advertencias telefónicas, las inspecciones de la Comisión Nacional de Valores, los controles online y los mensajes de la AFIP, hicieron que el volumen de este mercado en enero baje de los USD 120 millones diarios que operaba a USD 80 millones.
Los que desean saltar este bono se vuelcan al GD30. Pero el dólar que resulta es más caro. En el contado con liquidación se paga hasta $ 151, contra $ 148,80 que cerró en el mercado donde se opera con el AL30C. Con el dólar MEP y el contado con liquidación, las fuertes intervenciones y las nuevas medidas de control, solo redujeron el volumen, pero no pudieron evitar que en la semana el dólar contado con liquidación suba $ 2,51 (+1,72%). El dólar mayorista, el que se utiliza en el comercio exterior, en ese lapso subió $ 1 (1,17%) a $ 86,56. En otras palabras, los dólares alternativos van más rápido que el oficial. En lo que va del año el dólar mayorista aumentó $ 2,05 (+2,42%) contra $ 8,54 (+6,08%) del contado con liquidación. Si la comparación es contra el dólar Bolsa o MEP, este tipo de cambio subió en ese lapso $ 5,89 (+4.20%). Y este dólar es el que suple al mayorista y al que miran de reojo los empresarios para calcular sus costos y sus precios. La dispar diferencia le pone presión a la devaluación y a la inflación, las dos mayores preocupaciones del Gobierno. Lo curioso, es que, con sus medidas, alienta las subas de los dólares que están fuera del circuito oficial.
“Puré” de bajas calorías
Que el “blue” o dólar libre se mantenga en $ 156, no es señal de confianza, sino de que aumentó la oferta de dólares a este mercado marginal por las operaciones “puré” ya que hay una reventa de dólares alternativos y del cupo de USD 200 mensuales de los bancos a sus clientes en esta plaza alentados por una diferencia de cotización que no es de las más grandes, pero deja ganancias más elevadas que un plazo fijo.
Por eso después de la cobertura en dólares, el instrumento preferido son los depósitos o los bonos indexados por el CER. Los depósitos privados en los primeros 19 días del año duplicaron el crecimiento de los depósitos a tasa: crecieron 12,82% contra 6%. Los bonos indexados siguen el mismo comportamiento. El viernes subieron su valor en hasta 1,19%, señal de que esperan una inflación más elevada, por lo menos en los próximos meses, de la que se estimó.
La Bolsa, es otra víctima directa de lo que sucede con las empresas. En la semana, el S&P Merval, índice de las líderes, cayó casi 4% y el monto de negocios se elevó en las últimas ruedas, señal de que los vendedores se están desprendiendo sin resistencia de sus acciones. En cambio, los ADR’s que son certificados de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York y equivalen a una cobertura en dólares al precio del contado con liquidación, duplican ese volumen.
Lo llamativo de la rueda del viernes en Wall Street, fue que los ADR’s de YPF subieron 7,38% en dólares y en la Bolsa de Buenos Aires 7,76%, después de soportar una baja de 20% en las dos ruedas previas. Los comentarios fueron que las declaraciones de Martín Guzmán sobre que no se va a estatizar YPF ayudaron al movimiento. Un operador desconfiado dijo “le tengo más miedo al default de YPF que a su estatización” ¿Habrá alguien que sabe lo que los demás no saben y fueron compradores de YPF? La única manera de que la acción recupere tanto en 24 horas es que se sepa que la petrolera va a arreglar con sus acreedores. En la rueda de hoy el precio de la acción y de los ADR develarán esta duda.