Durante el mes pasado, el Banco Central se vio obligado a emitir $ 62.152 millones para adquirir dólares provenientes de las colocaciones de deuda soberana. Fue la mayor compra en el rubro desde la salida del cepo.
La emisión monetaria para compra de dólares al Tesoro fue récord el mes pasado, con $ 62.152 millones, es decir, unos u$s 3570 millones. Se trata de la mayor adquisición de divisas en este rubro, al menos desde la devaluación de fines de 2015, posterior a la salida del cepo cambiario. En lo que va del año, el ente monetario ya se vio obligado a emitir $ 193.271 millones para comprar dólares provenientes de las colocaciones de deuda soberana.
Las compras del BCRA al Tesoro no están relacionadas directamente con una emisión de deuda particular, sino que las divisas se van liquidando a medida que el Estado necesita cambiar sus dólares por pesos a fin de hacer frente a sus obligaciones. Este movimiento no tiene impacto en las reservas de la autoridad monetaria, ya que los dólares provenientes de la deuda ya están contabilizados entre ellas desde el momento en que el Tesoro los ingresa al país.
Cuando el BCRA los compra, simplemente «cambian de manos» pero no se produce un aumento en las reservas. Por el contrario, sí cambia la calidad de esas divisas, que pasan a pertenecer al organismo monetario en lugar de estar depositadas en una cuenta cuyo titular es el Tesoro Nacional.
Las operaciones de la entidad que conduce Federico Sturzenegger con el Tesoro tampoco tienen impacto en el precio del dólar, ya que no pasan por el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). Sin embargo, el BCRA debe emitir pesos para comprar las divisas y ese incremento del circulante puede repercutir en una mayor inflación, algo que iría en contra de la lucha que el organismo está librando contra el avance de los precios mediante su régimen de metas de inflación. Con el objetivo de evitar ese efecto no deseado de la emisión monetaria, el BCRA debe esforzarse para reabsorber los pesos que salen a la calle. Para ello, el organismo utiliza las Lebac y los pases. En septiembre, ambos instrumentos tuvieron un efecto contractivo.
En las licitaciones primarias de Lebac, el BCRA logró retirar $ 26.470 millones y ya lleva $ 253.882 millones en lo que va del año. Pero la estrategia no terminó allí, ya que también aspiró unos $ 112.000 millones en el mercado secundario de Lebac durante septiembre. La entidad participa fuertemente comprando y vendiendo Lebac en los plazos más largos desde hace varios meses e incluso reconoció en sus últimos comunicados de política monetaria que continuaría «restringiendo las condiciones de liquidez conduciendo activamente operaciones en el mercado secundario de Lebac».
Los pases, por su parte, también ayudaron a la autoridad monetaria a aspirar pesos por $ 18.056 millones durante el mes pasado. Desde enero, cuando la tasa de pases se convirtió en la referencia de la política monetaria, el comportamiento de este instrumento fue dispar, ya que resultaron expansivos en 4 de los primeros 9 meses del año. Sin embargo, el saldo hasta el momento es contractivo por $ 5903 millones.
Si bien durante septiembre la tasa de pases se mantuvo sin cambios en 26,25%, como sucede desde abril, el stock se recuperó y pasó de $ 34.486 millones el primer día del mes a $ 81.071 millones en la última jornada. Ese movimiento, sin embargo, tiene que ver con el manejo de liquidez que hacen los bancos los únicos que acceden al mercado de pases a lo largo del mes para cumplir con los requisitos de efectivo.
A pesar del resultado astringente de las operaciones con Lebac y pases, en septiembre la base monetaria se expandió por $ 29.707 millones, como consecuencia de las compras de divisas al Tesoro y de otras operaciones.