En una jornada de pánico financiero, las acciones y los bonos argentinos se desmoronaron tras la estrepitosa derrota de Mauricio Macri en las PASO. Además, se dispararon el dólar, y el riesgo país.
En una jornada de estupor y pánico financiero, los mercados reaccionaron con históricas caídas este lunes a la estrepitosa derrota del presidente Mauricio Macri en las PASO ante el opositor Alberto Fernández, que alejó la posibilidad de una reelección del actual mandatario en los comicios de octubre.
La plaza local tuvo una de sus ruedas más alocadas desde las crisis de 1989 y 2001, dado el nerviosismo por el derrumbe de hasta el 59% en las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, por el desplome del 37,9% de la bolsa porteña, por la pérdida de hasta 32% en los bonos, y por el salto del 23% en el dólar, además de la disparada del 68,2% del riesgo país argentino, que rozó los 1.500 puntos básicos (su mayor nivel en una década).
Medido en dólares, el derrumbe sufrido por la plaza local fue de 48%, y se convirtió en el segundo mayor de la historia de los todos los mercados del mundo, según datos de 94 países recopilados por Bloomberg en los 70 últimos años (solo fue superado por una caída del 61,7% en la bolsa Sri Lanka en 1989).
El mercado local y los inversores del exterior habían apostado a una diferencia muy acotada entre Macri y Fernández hasta el viernes pasado- jornada en la que habían volado las acciones argentinas -, pero ocurrió exactamente lo contrario para sorpresa de todos: la brecha entre ambos pre candidatos fue abrumadora, de unos 15 puntos.
En consecuencia, la sangría para los activos argentinos fue incalculable. Con escenas de caos en las mesas de operaciones, el índice S&P Merval restó este lunes nada más y nada menos que 16.904,86 puntos (para cerrar a 27.530,80), en lo que fue una de la peores jornadas de su historia, liderado por derrapes inusuales de hasta el 50%, en acciones del sector financiero y energía, con un monto negociado récord de casi $4.000 millones.
De esta forma, el panel líder, que hasta el viernes acumulaba ganancias superiores al 30% en lo que va del año, pasó ahora a registrar una caída del 7,8% en 2019.
En la misma línea, los ADRs argentinos se derrumbaron hasta casi 58,9% en la bolsa de Nueva York.
Los papeles de Loma Negra llegaron a caer más del 67%, aunque recortaron la caída a 56,1%. Además, Edenor se desplomó 58,9%; Supervielle, un 58,7%; Galicia, un 56,1%; mientras que Central Puerto y BBVA perdieron 55,9%.
Otras empresas que sufrieron derrumbes significativos fueron Pampa Energía (53,8%); Banco Macro (-52,6%); Transportadora Gas del Sur (48,1%); e YPF (-34%). Mercado Libre fue la única que evitó los dos dígitos de caída: -9,6%.
Los bonos, por su parte, también sufrieron un duro castigo, especialmente los nominados en moneda extranjera, que bajaron hasta más de 30%. El Bonar 2024 lideró los descensos con un -32,5%. Le siguieron el Argentina 2025 (-29%); el Bonar 2037 (28,9%); Discount bajo ley argentina (-28%); el Bonar 2020 (-25,4%); y el bono centenario (-24%).
“Los bonos en dólares se derrumbaron unos 20 dólares en promedio a lo largo de toda la curva, sin encontrar en ningún momento del día un piso firme. Para tener una idea, el tramo corto de la curva rinde 40% anual, el tramo medio 18% y el tramo largo 13% anual en dólares”, explicaron desde el Grupo SBS. Con la misma tónica, los títulos en pesos se desplomaron 25% en promedio, quedando el tramo CER rindiendo más de 80% por sobre inflación.
En la city, el dólar se llegó a vender en algunas casas de cambio y bancos a $66 (luego cedió varios pesos a $ 57,30 tras la venta de reservas del BCRA y la suba récord de la tasa). Para diciembre, los contratos de dólar a futuro saltaron a casi $75.
Apenas comenzada la jornada, Alberto Fernández salió a dar un mensaje a los inversores: «A los mercados siempre les digo lo mismo, lo único que tienen que entender es que objetivamente siempre han sacado las papas del fuego somos nosotros, los que siempre pagamos las deudas somos nosotros, los que siempre sacaron al país somos nosotros», afirmó en declaraciones a Radio 10.
«Vimos a muchos inversores escapando de los activos argentinos y casi sin compradores como es típico en jornadas de esta naturaleza», sostuvo Rafael Di Giorno, director de Proficio Investment.
Pablo Castagna, director de Balanz, dijo que inicialmente los resultados de las PASO se vivieron «como una gran sorpresa, ya que nadie imaginaba este golpe de knockout para Macri».
«Fue una jornada muy dura. Creo que es un momento muy delicado, con una incertidumbre extremadamente grande y que necesitamos gestos políticos contundentes para parar la sangría», dijo Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones.
Por su parte, Sergio Morales, presidente del Centro Latinoamericano de Inversiones (CELAI), notó una «marcada preocupación» entre los inversores sobre «el impacto que tendrá el resultado de las PASO en la actualidad y hasta octubre».
Operadores resaltaron que sobre el cierre de la rueda «aparecieron algunos compradores de oportunidad que se animaron a pagar acciones a la mitad del precio del viernes pasado. Lo mismo ocurrió en el mercado de letras en pesos en el que se consiguieron tasas que reflejaban la mayor incertidumbre».
Para lo que viene, en las mesas de dinero creen que «será clave qué tipo de medidas tomará el Gobierno en los próximos días para estabilizar el mercado».
«Necesitamos señales de gobernabilidad, la sociedad ya habló, los resultados están a la vista. Necesitamos un Mauricio Macri que se ponga en ´modo estadista´ para generar confianza y poder calmar lo que vimos hoy: un dólar tocando en algún momento los $65, y activos perdiendo 50%», resaltó Castagna.
Por la tarde, Macri culpó – en una conferencia de prensa – a la oposición por la reacción negativa de los mercados, algo que no ayudó a limitar las pérdidas en los índices locales (la bolsa aumentó 1% más su derrape). El mandatario manifestó que confía en «revertir este mal resultado de ayer».
De igual manera, más allá de lo que anuncie el Gobierno, la inquietud del mercado ya no pasa por quien será el próximo presidente, sino qué tipo de escenario imagina para Alberto Fernández. «Eso es lo que se va a tradear en los próximos días», enfatizó Castagna.
Con el 98,7% de las mesas escrutadas, el Frente de Todos de Fernández consiguió el 47,7% de los votos, contra el 32,1% de Juntos por el Cambio, la coalición oficialista.
De obtener este resultado en los comicios de octubre, Fernández evitaría un balotaje, que solo se disputaría si ninguno de los postulantes obtiene más del 45 por ciento de los votos o el 40 por ciento y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo.
«Los resultados abren un escenario desafiante, con una transición muy larga. Tanto el Gobierno como la oposición enfrentan un dilema: negociar debería ser crítico para una transición ordenada, pero también podría reducir su competitividad de cara a las elecciones de octubre», dijo el banco Citi en un reporte. El próximo presidente asumiría su cargo recién el 10 de diciembre.