Saltó 22 centavos ayer, un nuevo récord histórico. En las mesas esperan intervenciones oficiales que no aparecen. Sturzenegger deja flotar para amortiguar el impacto del shock bursátil. Sin embargo, la suba de la divisa genera temores de traslado a precios. Y molesta al ala política del Gobierno. El miércoles hay decisión de tasa, advierten que una baja daría más impulso al dólar y a la inflación
El dólar subió 26 centavos y medio ayer para alcanzar un nuevo récord histórico de $ 20,22 y anotar su tercera alza al hilo. La divisa saltó en consonancia con lo que pasaba en los mercados cambiarios del resto de los países de la región, como resultado de fuertes caídas en los principales índices bursátiles de Nueva York. Con un retroceso de 6,70% en lo que va del año, el peso argentino es el que más se devalúa en lo que va del año en la región, un dato que mejora la competitividad cambiaria del país pero preocupa por la posibilidad de traslado a precios.
Después del derrumbe del lunes y el intento de recuperación de los días siguientes, Wall Street tuvo otro día de números negativos.
Al ritmo de los vaivenes del mercado estadounidense, el dólar en la Argentina se movió al alza durante prácticamente toda la jornada de operaciones de ayer. En el mercado mayorista cerró a $ 19,97 para la venta, también un récord histórico tras una suba de 27 centavos.
Operaciones importantes del Banco Nación vendió unos u$s 100 millones según distintos operadores dispararon rumores de una intervención oficial. Pero en su informe diario de variables financieras el BCRA dijo no haber operado en el mercado de cambios.
«Estamos todos esperando a ver si el BCRA sale a vender para frenar la suba, porque si el peso se devalúa 6,5% en poco más de un mes, ¿cómo vas a hacer para alcanzar una meta de inflación del 15%?», dijeron en otro banco. «Pero esas operaciones del Nación fueron de mercado, cuando intervenga el BCRA te vas a dar cuenta porque el dólar frena, tiene mucho poder de fuego», agregaron.
La última vez que la entidad conducida por Federico Sturzenegger intervino en el mercado cambiario fue el 11 de agosto pasado, días antes de las primarias en los que las apuestas por una victoria oficialista se habían vuelto algo tímidas por lo que el dólar había rozado los $ 18 (tras cerrar julio por debajo de los $ 17). En ese momento el BCRA argumentó que había movimientos disruptivos y poco volumen, causados por las elecciones, y no un cambio de tendencia basado en nuevos fundamentos.
El discurso de Sturzenegger respecto a las subas del dólar causadas por shocks externos es conocido. «El tipo de cambio flotante permite absorber mejor los shocks externos. Fue una de las herramientas que mejor funcionó cuando tuvimos que resistir a tres shocks importantes: el Brexit, Donald Trump y Michel Temer», dijo en noviembre último durante una reunión de economistas latinoamericanos y repitió decenas de veces en otros discursos. Se evita así, sostiene, que las devaluaciones de socios comerciales golpeen la actividad económica local.
Pero las subas del dólar no gustan al «ala política» del Gobierno, ayer ya había señales de eso, y una llamada de puede cambiar las prioridades del BCRA. En diciembre ya lo hizo.
Ayer sólo el peso colombiano se devaluó más que el peso argentino. Cayó 1,44% frente al dólar, mientras que la moneda local retrocedió 1,38% en el día. También retrocedieron el peso chileno (1,29%), el mexicano (0,49%), el sol peruano (0,44%) y el real brasileño (0,42%). En el año el peso argentino se devalúa 6,70%, mientras que el real brasileño se mantiene equilibrado y las monedas colombiana, mexicana y chilena suben.
En diciembre el Gobierno relajó la meta de inflación que le impone al BCRA (pasó del 10% al 15% para este año) y forzó a Sturzenegger a bajar la tasa de referencia (la recortó en dos veces 150 puntos básicos para llevarla a 27,25%) y el rendimiento de las letras Lebac. Esto disparó las expectativas de inflación a cerca del 20% y le sacó un lastre al dólar, que pasó de $ 17,54 al inicio de diciembre a $ 19,70 en el arranque de febrero.
El Tipo de Cambio Real Multilateral que mide la competitividad del peso estaba en 84 puntos el 13 de diciembre y avanzó hasta 97 puntos ayer. Cuanto más alto está este tipo de cambio, más baratos son los bienes y servicios locales para otros países.
Pero ayer el foco no estaba tanto en la mejora cambiaria como en los costos inflacionarios. «El dólar sigue siendo importante. Creo que menos que antes porque hay cierta credibilidad en el BCRA que ancla las expectativas, pero sigue teniendo relevancia a la hora de fijar los precios», dijo Gabriel Zelpo de Elypsis.
«Las metas están complicadas y si el gobierno no mantiene el dólar por debajo de los $ 20, la presión de costos se va a trasladar. El tipo de cambio subió 8% en diciembre, 5% en enero y lleva más de 1% en febrero, es mucho en poco tiempo», dijo Rodrigo Álvarez, de Analytica. «El miércoles hay decisión de tasa, no creo que tenga margen para volver a bajarla», agregó.