Con la apertura para 1 millón de toneladas, Argentina volvió a ser el principal proveedor de trigo de Brasil. Esperan ampliación del cupo para no perder terreno
Aunque el foco está puesto en las divisas que están ingresando al país y que seguirán ingresando en los próximos dos meses de la mano de la soja, y que por la cotización actual de la oleaginosa podría sumar más de u$s 30.000 millones en el año, las ventas externas de trigo podrían sumar un mayor ingreso de dólares.
A semanas que comience la siembra del trigo nuevo, y cuando se reavivó el debate sobre la necesidad de incentivar el cultivo mediante la eliminación de retenciones a la exportaciones (el cereal está alcanzado con una tasa de 23% de derechos de exportación), aún quedan varios miles de toneladas de la campaña 2013/14 sin vender.
Según calculó Guillermo Rossi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), si se habilitara la venta externa de 1,5 millón de toneladas de trigo adicionales al cupo exportado, se sumarían u$s 350 millones extra, e ingresarían al Fisco unos u$s 80 millones más en concepto de retenciones.
A mediados de enero, con una demora de dos meses respecto de lo que ocurre habitualmente, el Gobierno anunció que según sus cálculos el saldo exportable para el trigo en 2014 sería de 1,5 millón de toneladas y que la apertura para vender al mundo se haría en forma gradual. Así, ese mismo día de enero se habilitó la exportación de 500.000 toneladas del cereal. En marzo se amplió a otras 500.000 toneladas. En el mercado, crece la expectativa de que en los próximos días, se autorice el restante medio millón y que el Gobierno actualice sus previsiones de producción final y aumente el saldo exportable.
La cosecha de trigo 2013/14 fue de 9,2 millones de toneladas, según las últimas estimaciones del Ministerio de Agricultura. Con ese nivel de producción, el trabajo de Rossi considera que el país “estaría en condiciones de embarcar al menos un millón de toneladas más por encima del cupo anunciado en enero, resguardando 6,5 millones para semillas y consumo de la industria molinera.
El informe sostiene que una apertura mayor del saldo exportable “podría acercar los valores ofrecidos por la exportaciones a los que sugiere la capacidad teórica de pago que surge de los FOB, referencia que se ubica en torno a $ 2.000 por tonelada, 10% por encima de los precios estimativos establecidos por la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario”. Y describe que la participación de los exportadores en la plaza “se limita a la búsqueda de lotes en condiciones Cámara con entrega diferida.
En el trabajo, Rossi apuntó que la exportación acumula compras por menos de 2 millones de toneladas y la industria molinera tiene unas 2,7 millones de toneladas ya adquiridas, con buena disponibilidad de stock para las próximas semanas. “Estos números dan la pauta de que quedan unas 5 millones de toneladas de inventario físico para negociar en el mercado doméstico”.
Otra vez Brasil
Durante marzo, la Argentina recuperó el primer puesto como proveedor de trigo de Brasil. En el tercer mes de 2014, se remitieron 260.000 toneladas al principal socio del Mercosur, mientras Estados Unidos le vendió a Brasil 188.000 toneladas del cereal.
No obstante, resalta Rossi, en el trimestre los números favorecieron a los norteamericanos, que embarcaron al mercado brasileño 300.000 toneladas más que las que envió al mismo destino la Argentina. Mantener el predominio, considera el analista, “depende crucialmente de que se amplíe el cupo local de exportación”.