La virulencia del castigo contra los activos argentinos se mantuvo ayer, con fuertes caídas en los precios de bonos soberanos, acciones locales y papeles de empresas argentinas que cotizan en Wall Street, que cayeron hasta 16% en dólares en el día. La desconfianza de los inversores respecto a los títulos de deuda argentinos fue tal que, al cierre de las operaciones de ayer, el Bonar 2019 que vence el año próximo pagaba una tasa más alta que el Par, que vence en 2038. Esa diferencia en rendimientos habla de previsiones de stress financiero mayor en el corto plazo.
A la par de una nueva caída del peso argentino el resto de los activos del país se vieron envueltos en desarmes de posiciones por parte de inversores locales y del exterior. Entre los bonos soberanos en dólares, ese castigo fue particularmente duro, algo que se reflejó en el riesgo país y el precio de los seguros que cubren contra un default argentino, que volvieron a dispararse.
El riesgo país que elabora JP Morgan, la medida de la sobretasa que pagan los bonos argentinos por sobre sus pares de Estados Unidos, subió ayer 13 unidades a 784 puntos básicos, un nivel máximo desde finales de 2014. En paralelo, los seguros contra un default (CDS, por sus siglas en inglés) a cinco años subieron a 775 puntos acercándose a un nuevo máximo histórico.
El día anterior el presidente Mauricio Macri y el ministro de Economía Nicolás Dujovne habían tratado de llevar calma con el anuncio de un nuevo objetivo de déficit cero y un programa financiero aparentemente manejable, ambos para 2019. Con mucho por negociar con el FMI todavía los «mercados» no parecieron satisfechos con los anuncios.
Los bonos soberanos argentinos acumularon bajas de hasta 2,8% ayer en Nueva York, pero con peores castigos para los títulos de muy corto plazo a mediano plazo: es decir, los rendimientos de esos papeles quedaron más altos a corto y mediano plazo que a largo.
«Lo que la curva de rendimientos te está diciendo es que hay una probabilidad de default más alta, sobre todo a corto y mediano plazo», dijo Diego Falcone de Cohen.
Para dar una idea de lo desnaturalizadas que quedaron los rendimientos de los bonos argentinos, el Bonar 2019 a los precios de ayer arroja un rendimiento de 10,09%, más de lo que paga por ejemplo el Bono Par Ley Argentina, que vence en 2038. O sea, a menos plazo, menos tasa. Todo al revés.
Con un rendimiento del 12,33%, mientras tanto, el Bonar 2024 es el que peor castigo recibió. A partir de ese plazo, las tasas tienden hacia abajo.
«Nosotros sostenemos que los bonos sufrieron un castigo desmedido, mayormente aquellos que vencen en el próximo período presidencial, lo que te marca incertidumbre respecto a que Gobierno sale de las elecciones 2019», dijo Falcone.
Derrumbe de acciones
Las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street, por su parte, mostraron derrumbes importantes. Los precios locales, mientras tanto, cayeron 3,7% amortiguadas por la suba del dólar.
Los papeles de Edenor encabezaron los derrumbes en Nueva York, con una merma del 16%. Le siguieron los activos de Banco Macro (-15,4%); de Pampa Energía (-12,1%); IRSA (-12,1%); y del Grupo Financiero Galicia (-11,2%).