Sin la restricción para negociar con holdouts, tiene diez meses para descomprimir pagos del Boden y esquivar el pago de la sentencia. La deuda representa el 36% de las reservas
Sin la cláusula RUFO como corsé, el Gobierno tiene diez meses para despejar el panorama financiero de 2015 y evitar caer en las garras de los fondos buitre. El 17 de octubre, el Ministerio de Economía deberá saldar u$s 6.200 millones correspondientes al Boden 2015, el vencimiento más importante del país este año. Un canje exitoso de ese instrumento daría más espaldas para negociar con los holdouts o posponer esas tratativas para el próximo Gobierno.
El país deberá saldar este año unos u$s 11.300 millones de vencimientos de deuda con acreedores privados, de acuerdo a los datos oficiales. La cifra representa el 36% de las reservas del Banco Central, que cerraron 2014 en u$s 31.433 millones. A eso hay que sumar u$s 500 millones que se depositarán a los países miembros del Club de París en mayo y los compromisos con organismos multilaterales, que suelen estar empardados con el ingreso de nuevos desembolsos para obras.
Pero es el pago del Boden 15 el vencimiento clave. Mientras el juez de Nueva York Thomas Griesa siga bloqueando el pago de los bonos del canje, Argentina continuará depositando esos vencimientos en cuentas de Nación Fideicomisos, como ocurre desde septiembre. Allí quedarán los u$s 539 millones correspondientes a los bonos Discount y Global 17 que se depositarán por la amortización del último día de diciembre. Ese dinero, en teoría a disposición de los bonistas, queda congelado y a disposición del Ministerio de Economía y no significa merma de reservas. Recién el 30 de junio Argentina tendrá que asumir un vencimiento similar.
Con el Boden 15 no ocurre lo mismo. El bono, emitido en dólares bajo ley argentina, no está sujeto a las órdenes de Griesa. El Gobierno intentó un canje a comienzos de diciembre, sin éxito. Ofreció pagarlo por anticipado (tenedores por u$s 185 millones tomaron el dinero) y canjearlo por títulos Bonar 2024 (u$s 377 millones tomaron el canje). Así, de los más de u$s 6.700 millones que vencían el 17 de octubre quedan por pagar alrededor de u$s 6.200 millones. La fecha de pago coincide con la elección presidencial y podría agregar ruido económico a la contienda.
En el mercado apuestan a que Argentina lance un nuevo canje de Boden 15 por Bonar 24, en mejores condiciones de las del mes pasado. El Ministerio de Economía de Axel Kicillof no descartó relanzar la operación. De tener éxito, se limpiaría el panorama de vencimientos.
Presión de holdouts
En la city consideran que es la única alternativa a ceder ante los holdouts. Los fondos buitre, con NML Capital a la cabeza, reclaman cobrar el 100% de la sentencia a su favor, por u$s 1.700 millones (contando los intereses). A su vez, presionan a Griesa para sumar juicios por otros u$s 4.400 millones en calidad de me too. Esperan así tener reclamos por u$s 6.300 millones para presionar por una negociación acorde a sus intereses.
Si el Gobierno logra despejar el resto del horizonte financiero, podrá estirar el tira y afloje sin ceder a esas presiones. Cuenta, por caso, con u$s 8.700 millones de financiamiento chino. Es el remanente del swap cambiario por hasta u$s 11.000 millones.