De acuerdo al estudio, los países con menor confianza social en los bancos centrales están más dispuestos a acoger nuevas monedas digitales emitidas por instituciones alternativas.
Según un nuevo informe, los ciudadanos que se muestran poco satisfechos con la respuesta gubernamental a las crisis financieras son más propensos a utilizar las monedas digitales y, de hecho, el 79% de los argentinos estarían dispuestos a adquirir una moneda digital.
De acuerdo al estudio «Cryptocurrencies and the Future of Money», del Center for the Governance of Change (CGC) de IE University, los países con menor confianza social en los bancos centrales estarían más dispuestos a acoger nuevas monedas digitales emitidas por instituciones alternativas.
Así, el 27% de los brasileños, el 20% de los argentinos y el 18% de los encuestados mexicanos disponen ya de criptomonedas. Esta desconfianza se debe en parte a cómo muchos encuestados perciben la respuesta de los gobiernos a la crisis financiera ya que consideran que las autoridades no han implantado medidas eficaces para regular el sector bancario desde 2008.
Si bien, a nivel general, las instituciones públicas disfrutan de una mayor confianza en lo que respecta a la creación y gestión del dinero, existe una amplia diferencia entre los países latinoamericanos y los países europeos como Francia, Alemania, España, Reino Unido y los Estados Unidos.
Las criptodivisas tienen el potencial de mejorar los sistemas de pagos y, por lo tanto, se ven como una posible herramienta para transformar radicalmente los paisajes financieros para el beneficio de la sociedad. Sin embargo, el informe del CGC revela que las criptomonedas existentes no han cumplido con los objetivos previstos por sus fundadores y, en general, no se consideran como dinero.
«Aunque la innovación contribuye a que las monedas digitales sean candidatas factibles para sustituir al dinero tradicional y crear beneficios para los usuarios en grandes volúmenes de transacciones, nuestra investigación sugiere que a las criptodivisas todavía les queda un largo camino por recorrer antes de que puedan competir, por no hablar de superar, a las formas tradicionales de dinero respaldadas por los bancos centrales y comerciales», apunta Mike Seiferling, director de investigación del proyecto Cryptocurrencies and the Future of Money del Center for the Governance of Change de IE University.
En cuanto a los ciudadanos que no poseen criptodivisas en Argentina, Brasil y México, el estudio constató que el principal motivo para no poseer criptomonedas no era una falta de interés, sino simplemente no saber cómo comprarlas. De hecho, el 79% de los argentinos, el 78% de los mexicanos y el 75% de los brasileños que aún no poseen criptodivisas, estarían dispuestos a comprar alguna moneda digital. Sin embargo, la gran mayoría de los encuestados europeos y estadounidenses no poseen criptodivisas porque las consideran demasiado arriesgadas.
Asimismo, hay un mayor énfasis en que las divisas actuales ofrecen ventajas con respecto a las criptomonedas. Por esta razón, sólo el 29% de los alemanes, el 32% de los británicos, el 33% de los estadounidenses, el 36% de los franceses y el 49% de los españoles estarían dispuestos a utilizar una nueva criptodivisa efectiva. Estos resultados sugieren que los países con una dilatada trayectoria de estabilidad monetaria están menos abiertos a acoger nuevos formatos de dinero.
El informe también confirma las reticencias actuales en cuanto a la viabilidad de Libra de Facebook, y revela que los encuestados europeos y estadounidenses están mucho menos dispuestos a confiar en Libra que en otras monedas digitales. Sólo el 3% de los alemanes, el 4% de los británicos, el 5% de los residentes en EE.UU., el 6% de los franceses y el 13% de los españoles confían en Facebook para emitir y gestionar una nueva moneda.